«El tiempo entre costuras»

Una aguja. Ramiro abandona a Sira en Tetuán: embarazada y llena de deudas. Para salir adelante volverá a coser. Su salón pronto adquiere relumbrón, categoría de «haute couture». Los vestidos de noche y las prendas deportivas para jugar al golf hacen las delicias de sus clientas , en su mayoría alemanas.

Un bolso. Sira lo deja caer con disimulo nada más entrar en un madrileño salón de té. Ha terminado la Guerra Civil y está a punto de comenzar la Segunda Guerra Mundial . El jefe de la inteligencia británica en España no pierde ripio; de inmediato le manda flores y bombones. Sira saborea las instrucciones oliéndose el peligro postrero. Sus funciones: oír y ver las conversaciones y los movimientos de las germanas y germanófilas que acuden a su «atelier». Y callar: ¡no sabe ni papa de alemán! Ya hablarán por ella sus patrones de costura encriptados en morse.

El tiempo entre costuras es el resultado de tres hilos narrativos diferentes. Un retrato de la época: cartillas de racionamiento, pasaportes falsos, intrigas políticas , depuraciones, secretos, mentiras y mucho wolframio o tungsteno o baba de lobo en juego. Un recorrido por Madrid, Tánger, Tetuán, el otro Madrid, Lisboa y un Madrid diferente al primero y al otro. Más un completo perfil de Beigbeder, Súñer, Franco, Bernhardt, Hillgarth, entre otros personajes de la época.

Las puntadas históricas de la España de principios del siglo XX que presenta María Dueñas, en ocasiones, resultan un tanto agotadoras. Pero están hilvanadas a la perfección con la historia de amor que se ribetea a lo largo de la trama entre un apuesto 007 y la camaleónica modista 091 (castizo prefijo telefónico).

«El tiempo entre costuras» is in , _.. . _ _ _ _ _ _.. ._, está de moda.