Sonia Rykiel, lencería de lujo

Una cabalgata de carnaval, compuesta por seis espectaculares carrozas , ha servido de pasarela para que una legión de modelos, entre las que se encontraban Lily Cole y la española Marina Pérez , lucieran con gracia y desparpajo unas creaciones hiperfemeninas. El satén y la seda son los tejidos estrella de esta colección de líneas clásicas, muy pulida y de gran calidad, que a menudo aparece salpicada con detalles propios de los años 50 que le imprimen un cierto aire retro. Piezas vintage , corsés, sujetadores balconette , braguitas de talle alto tipo coulotte —muy al estilo pin up —, túnicas de terciopelo, batas semitransparentes, bodys , kimonos —cortos y largos—, medias y ligueros creados para vestir con picardía la intimidad de la mujer . En cuanto a la paleta de color, el negro y el rosa palo son los protagonistas absolutos de la lencería de Sonia Rykiel, aunque algunas prendas de línea más juvenil aparecen dibujadas en líneas verticales rojas, granates, ocres, marrones...

Conocida por sus prendas de punto, sus rayas, su invitación a un estilo sin complejos que ella ha llamado demodé , Rykiel insufla desde 1968 un aire de juventud , propio de Saint-Germain-des-Près —su barrio fetiche—, al chic parisino y que ahora, a través de su colaboración con el gigante sueco, estará al alcance del gran público.

«Esta colaboración se ajusta perfectamente a nuestra filosofía. Es una manera ideal de hacer llegar la esencia de Rykiel a un mayor número de mujeres de todo el mundo, y una hermosa manera de acabar el año», reconoció Nathalie Rykiel. De esta manera, la firma francesa se une a la lista de diseñadores que han decidido ceder su talento creativo a Hennes & Mauritz. han sido algunos de ellos.

Más de 2.000 invitados, entre ellos el diseñador Jean-Paul Gaultier ; la top Eva Herzigova ; la actriz Emmanuelle Béart ; nuestro modelo más internacional, Andrés Velencoso (sin Kylie Minogue, para alegría de sus admiradoras, que le siguen a todas partes); la cantante Marta Sánchez , con un look muy parisino; y las modelos Inés Sastre y Estefanía Luyk , se dieron cita bajo la cúpula de vidrio del Grand Palais para asistir a esta multitudinaria fiesta, que acabó a altas horas de la madrugada y donde también hubo un hueco para la solidaridad: se habilitó una pequeña tienda donde los asistentes pudieron comprar los artículos de la colección cuatro días antes de que se ponga a la venta oficialmente, que será el próximo sábado, y cuyos beneficios fueron destinados integramente para Unicef. ¡Chapeau!