Juan Manuel: «Hemos demostrado que todo el mundo puede cocinar»

Meses después, este camarero almeriense de 25 años (que se presentó con un tartar de salmón y aguacate) se ha convertido en el primer «Masterchef» de España . ABC habló con él durante la resaca de la celebración. Juan Manuel es tímido, pero cercano. Inspira ternura y desprende ilusión. El juez del «talent show» de TVE Jordi Cruz lo define como «transparente como el cristal».

—La final se grabó hace tres semanas. ¿Cómo ha llevado lo de guardar el gran secreto?

—Me encerré en casa. Ha sido muy difícil llevarlo todo por dentro sin poder contar nada. Solo lo sabían los familiares que estuvieron en la final y el resto no paraba de preguntarme, pero nadie me sacó nada. El martes ya pude sentir mi gran día y celebrarlo.

—¿Y ahora qué?

—Esto es el inicio de una nueva etapa y «Masterchef» me ha abierto las puertas. Ahora hay que seguir trabajando. A mitad de julio se va a publicar mi libro de recetas. En octubre empezaré el curso en Le Cordon Bleu, para poner los pies en la tierra y asentar conocimientos. Si puedo lo compaginaré con trabajos en Madrid.

—¿Cómo va a ser ese libro de recetas?

—Estas semanas he estado trabajando en eso y también algunas de las recetas que he hecho durante mi estancia en el programa estarán ahí. Habrá de todo, entrantes, primeros platos, segundos y postres. Pero he querido que fueran cosas facilitas y al alcance de todo el mundo.

—¿Cómo definiría su estilo?

—Mi cocina es tradicional con toques creativos, es el tipo de cocina que llevo en la sangre.

—¿Cuál es su gran sueño?

—La idea es, cuando me sienta capacitado, abrir mi propio restaurante.

—¿Qué balance hace de su paso por «Masterchef»?

—Vi una gran competición dentro, mis compañeros iban a muerte. Cuando hice el famoso plato combinado, el jurado me dio mucha caña y me dije: «Voy a cambiar». Y poco a poco, con sus críticas me he ido refinando. Con trabajo y esfuerzo he llegado a ser el campeón de «Masterchef».

—¿Se esperaba tanto éxito?

—Yo confiaba en el proyecto porque lo que hace es incentivar que la nueva generación, que se estaba perdiendo, se interese por la cocina. Mucha gente dice que no sabe y les hemos demostrado que todo el mundo puede cocinar, pero eso sí, con dedicación y ganas.

— Casi siete millones vieron el momento en el que le daban el premio . ¿Se siente abrumado?

—Abruma mucho. Pero estoy preparado para todo. Soy sincero y humilde, lo era antes y lo sigo siendo ahora. Soy una persona campechana y me haré todas las fotos que hagan falta. Estoy muy emocionado con el cariño que me está dando todo el mundo.

—¿Cómo se puede crear un menú ganador en solo tres minutos?

—Los jueces nos ponían pruebas que no sabíamos en qué iban a consistir, entonces cuando estaba en casa repasaba libros e iba pensando recetas para cuando me tocase, tener algo pensado. A lo largo del programa llevaba en mi mente muchos platos y cuando en el duelo final nos dieron libertad completa, fuí a por ellos. Cuando entró Ferrán Adriá me puse muy contento, no me lo esperaba, no todo el mundo puede estar cerca de él. Y pensar que hace tres meses no podía conocer a ningún chef importante y que ahora lo hago y además, han probado mis platos.

—¿Todo por la cocina?

—Si digo la verdad, sí. La cocina es mi pasión y merece cualquier sacrificio. Es una experiencia y una oportunidad única y hay que vivirla.

—¿Y si le hubieran echado el primero?

—No me lo hubiese tomado muy bien, pero el hecho de entrar ya era un mérito.

—¿Se considera un chef?

—No, aunque sí un minichef. Reconozco que he aprendido bastante, pero me queda mucho para ser un chef.