«Hay que morir para renacer»

Faltaban apenas unos minutos para la medianoche, cuando el cardenal apareció en Twitter a sus más de 90.000 seguidores con una pregunta: «Comienzo una novena a San José, ¿te unes?». Junto a la frase un link enlazaba a la web oficial de la Archidiócesis de Nueva York, donde para sopresa de todos, Dolan no es el único bloguero.

En su post titulado «Pido a San José que nos ayude a prepararnos para el nuevo Papa», el purpurado hace una reflexión sencilla y autocrítica sobre el significado de la figura de San José para la Iglesia en este «momento extraordinariamente importante».

Recordando el sentido del tiempo litúrgico de la Cuaresma, que empezó el Miércoles de Ceniza, el cardenal de Nueva York se plantea que la «Iglesia está experimentando el paso de la muerte a la vida con la despedida de un amado Pontífice y la elección de uno nuevo». «Estos días de transición permitirán a la Iglesia y también a sus propios miembros y líderes morir al pecado, a la corrupción, el escándalo y el mal para que pueda elevarse a la vida nueva».

Dolan, el mayor de cinco hermanos, considera además «providencial» que esta elección del nuevo Pontífice se produzca durante el mes de marzo, dedicado a San José, cuya fiesta se celebra el próximo 19 de marzo. «San José es un hombre de silencio y necesitamos reflexionar en silencio no solo el Colegio de Cardenales si no también todos los miembros de la Iglesia», apunta.

El presidente de la Conferencia Episcopal Estadounidense además recuerda que San José «se ocupaba de las emergencias». El nacimiento de Jesús tuvo lugar en el exilio en un establo durante la huida a Egipto para escapar de un tirano asesino, y luego la pérdida de Jesús en el templo. «Pese a todo siempre conservó la calma, la confianza en Dios y la responsabilidad. Qué ejemplo cuando vemos tantos casos de emergencia en la Iglesia y en el mundo hoy», apunta el número uno de los obispos estadounidenses desde noviembre de 2010.

«San José, siempre atento a la voluntad de Dios, es el Patrono de la Iglesia Universal. ¿No sería genial tener un nuevo Papa por su festividad?», se pregunta. La desbordante personalidad del cardenal Doland le convierte en uno de los grandes favoritos para suceder a Benedicto XVI en el trono de San Pedro.