Destilerías sevillanas, alambiques centenarios para nuevas bebidas

De hecho, la provincia llegó a tener unas 200 destilerías a principios del pasado siglo, con una extensa gama de anisados y licores conocidos por todos. Sin embargo, en la actualidad sólo quedan siete, distribuidas en Cazalla, Constantina, Fuentes de Andalucía, Carmona, Pruna y Utrera.

Estas empresas, casi todas familiares, continúan con la destilación de anisados y licores pero han comenzado a renovarse para subsistir en un mercado que demanda otro tipo de bebidas espirituosas.

Es la puesta al día de empresas como «Anisados El Clavel», «Destilerías Cazalla» —Cazalla de la Sierra—, «Anís la Violetera» —Constantina—, «Anís Los Hermanos —Carmona—, «Anís Rigo» —Fuentes de Andalucía—, «Destilerías Reguera —Pruna— y «La Flor de Utrera» -Utrera-, todas, salvo las dos últimas, pertenecientes a la Asociación de Productores de Vinos y Licores de Sevilla, que están reconvirtiéndose sin abandonar la tradición de los anisados y licores —famosos en España e incluso en otros muchos países— pero adaptando sus fábricas para la elaboración de otras bebidas más acordes con la demanda actual.

«El Clavel», fábrica que data de 1896, adquirió fama por su anís «Cazalla», seco y dulce, y el licor de guindas. Ahora, con el fin de adecuarse a los nuevos tiempos, ha incorporado «Orujo de 40º» y «Licor de orujo y hierbas». Pero, asimismo, desde 2007 lleva en el mercado su «Gama alta» con un producto novedoso: «Esencia 1896. Anís bidestilado» y «Licor de guindas primera maceración». Recientemente han incorporado licor de «Vodka & Caramelo» y la crema de orujo.

Desde la dirección de esta destilería de Cazalla de la Sierra lo tienen muy claro en estos momentos. «Tratamos de compaginar esa tradición con otros productos mucho más novedosos.

En 1961 José García González fundaba en Constantina la empresa «Anís la Violetera», en la actualidad regentada por su nieto Jaime García Ávila. Su nombre proviene de la admiración que el fundador sentía por Sara Montiel, que en aquellos años había protagonizado la película «La Violetera».

Anís y crema de guindas han sido su estandarte en todos estos años. Ahora, también, según señala Jaime García, «el proyecto más ambicioso que tengo es una gama de ginebras, que saldrán a la venta durante este mes de diciembre. Constará de cuatro tipos de ginebras diferentes: especial, platinum, premium y una que creo que será la estrella y exclusiva para mujeres, que tendrá una graduación más baja».

«Lo que estoy intentando —abunda el responsable de «La Violetera»— es adaptarme a los nuevos tiempos. Por ejemplo, estamos fomentando la crema de guindas, que es nuestra especialidad, habiendo aumentado la compra de este fruto de temporada».

«Anís Los Hermanos», de Carmona, se ha propuesto mantener la elaboración artesanal pero adaptándose a los nuevos tiempos. Juan Antonio y Francisco Rodríguez, hermanos, junto con sus esposas Manoli Herrera y Lourdes Suárez, continúan elaborando anisados y licores de manera artesanal, una apuesta que ha dado sus frutos.

Ahora han puesto en marcha, por vez primera en España, las catas de anises. Un enólogo comenta los aspectos destacables de las bebidas a los visitantes. «Un grupo de daneses que vino a estas catas y a visitar la fábrica quedó sorprendido y maravillado por todo lo que se realiza».

Ir con los tiempos es fundamental para estas destilerías familiares que combinan la tradición con la vanguardia. Es lo que se hace en «Anís Rigo», en Fuentes de Andalucía, que data de 1947. A los anisados seco y dulce, pacharán, guindas y licor de hierbas, ha añadido una gama conformada por ron miel, ron, delicias de diversos sabores y muy baja graduación y bebidas refrescantes sin alcohol.

«En la elaboración de nuestros productos ponemos todo el esmero y experiencia acumulados a lo largo de estos sesenta y cinco años de historia seguimos utilizando materias primas naturales de primerísima calidad», señalan desde la empresa.

En 1960, concretamente el 1 de diciembre, Antonio Espinar Ojeda, junto con sus hijos, fundaba la destilería «La Flor de Utrera» en un alambique de cobre forjado en 1916 en la calle Feria. Desde entonces, el anís es su estandarte. Actualmente, la tercera generación, José Antonio y María del Mar Espinosa, continúan con esta empresa familiar, adaptándose a los tiempos.

Y es que han comenzado a comercializar un anís seco de 50º, con diseño renovado de la marca, «está siendo una sorpresa para los amantes de los anisados secos», señala José Antonio.

Respetando las bases de su tradicional etiqueta, la revitalizan aportando más color y detalles inspirados en el Santuario de la Virgen de Consolación. Y también van a comercializar sus productos «en formato miniatura, cubriendo así una petición de nuestros clientes».

«Destilerías Reguera», en Pruna, fue fundada en 1866 por la familia Reguera y lleva más de cien años produciendo anises, en sus modalidades de seco y dulce; licores con alcohol —manzana, melocotón, mora, avellana, plátano—y sin alcohol, así como una amplia gama de productos como el pacharán, ponche, crema de guindas y brandy.

Juan Izquierdo Escalona, gerente de «Destilerías Reguera», precisa que ahora también «estamos innovando con productos como el Vodka caramelo, licor de hierbas, licor de café y anís miel», estando asimismo en un proceso de ampiación de mercados «con la elaboración de ron y ginebra».