La fórmula del Gobierno catalán para dar «contratos a dedo» al cuñado de Mas

Pero este sistema ha despertado importantes sospechas y fuentes del sector lo califican como «arbitrario» y creado para «dar contratos a quien te interesa en vez de usar un concurso público».

El «diálogo competitivo» está, en principio, abierto a cualquiera, pero una vez que las empresas se han presentado, la Generalitat elige a tres o más y las «invita» (ése es el término oficial) a la «fase de diálogo», en la que se debaten las necesidades del contrato. Es decir, sólo se «dialoga» con las compañías que interesan.

Se trata de un procedimiento parecido a los «negociados sin publicidad», en los que la Administración de turno invita a tres empresas para que presenten sus ofertas y luego se queda con una. Son muchas las firmas que no han sido «invitadas» a las «fiestas» de la contratación pública

Las cifras hablan solas

El grupo dedicado a la prestación de servicios informáticos facturó a la Generalitat, sólo o en UTE con otras compañías, 5,3 millones de euros entre enero de 2006 y septiembre 2009. Un mes después, en octubre, Seidor contrata al cuñado de Mas. Fuentes del sector aseguran a ABC que en esas fechas ya se auguraba el final del gobierno tripartito del socialista José Montilla e interpretan el fichaje como

En este contexto, Rakosnik aterriza en Seidor, que en el último año y dos meses del tripartito (octubre 2009 - diciembre 2010) consigue elevar su facturación hasta los 9,1 millones. Pero las grandes cifras estaban por llegar. Efectivamente, las pronósticos se cumplen y Artur Mas es investido presidente de la Generalitat el 27 de diciembre de 2010. El salto cualitativo que da el grupo Seidor con el nuevo gobierno de CiU es inmenso: los 5,3 millones de euros que facturaban a la Generalitat con el tripartito y sin Joan Antoni Rakosnik se han convertido en 322,01 millones de euros en los ejercicios 2011 y 2012, según los datos publicados en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña . Así, Seidor, sola o en UTE con otras firmas, según el contrato, ha multiplicado por más de 60 su cifra de negocio con la Generalitat catalana.