Enric Millo: «La historia será inclemente con los impulsores del soberanismo»

-No sé si coincidirá, pero este ha sido quizás el curso político en Cataluña más tenso, desagradable a veces, en muchos años.

-Ha sido un curso agotador, y nada productivo. Y sí, también desagradable. Hemos discutido mucho, pero sobre cosas que solo interesan a los políticos, y eso es lo peor que le puede pasar a una democracia. La ciudadanía ve que la clase política no sólo no resuelve sus problemas, sino que genera nuevos.

-El proceso de «transición nacional» lo domina todo.

-Sí, y el principal problema es que sus impulsores están atrapados en su propia red. Se han metido en un callejón sin salida, es una carrera enloquecida al final de la cual no hay esperanza ni soluciones mágicas, sino un futuro negro. Es un camino de frustración.

-Pues no parece que vayan a dar marcha atrás.

-Su objetivo ahora pasa por generar crispación y animadversión contra España para alimentar el sentimiento independentista, pero lo único que están generando es división, enfrentamiento entre catalanes y la ofensa a los sentimientos de muchas personas. Van hacia un callejón, un “cul de sac”.

-Pero en cambio ya se especula con la fecha de la consulta, la fórmula de la pregunta, el día después...

«CiU se ha metido en un callejón sin salida, en un camino de frustración»-Es lamentable. Por eso siempre digo que la historia juzgará a los responsables de este proceso sin ningún tipo de clemencia. El problema es que tal y como se ha planteado, sea la consulta legal, ilegal o paralegal, no tiene marcha atrás. Algo harán, porque son prisioneros de su estrategia. Aunque se den cuenta de que se han equivocado, nunca lo reconocerán.

-¿Qué escenario contempla?

-Lo más probable a mi entender es que traten de hacer un simulacro de referéndum, lo que en el marco de la actual legislación está claro que no es viable. Aprobarán una ley en el Parlament para intentar llevar a cabo una consulta no refrendaria, no vinculante, con tanta validez legal como podría ser una gran encuesta. De lo que se trata, en realidad, es de organizar un gran “show” de cara al exterior, transmitir un mensaje al extranjero.

-¿Y a la mañana siguiente, qué?

-Pues a la mañana siguiente estaremos mucho peor. No habrá ningún cambio desde el punto de vista legal, pero sí mucha más crispación, tensión social...

-¿Ve a CiU capaz de llegar al punto de hacer una Declaración Unilateral de Independencia (DUI), tal y como ve legítimo el Consejo Asesor de Transición Nacional de la Generalitat?

-Me cuesta imaginar que lleguemos al punto de no retorno en el que la única salida sea la DUI, porque esto sí que sería romper con todo. No hay nadie mínimamente responsable que piense que este es un camino viable, porque entre otras cosas pones en riesgo de una manera temeraria la convivencia y la cohesión social en Cataluña.

-El Consejo de Transición plantea, si no se puede hacer la consulta legal, elecciones plebiscitarias.

-Creo que CiU se inclinará por la consulta. Hacer otras elecciones puede llevar a ERC a pasar por delante. Para CiU sería un suicidio.

-Desde UDC se pide al Gobierno que haga una oferta a Cataluña.

-Mire, se trata de una cuestión de prioridades. Para el Gobierno primero es salir de la crisis, luego discutamos sobre problemas territoriales, de financiación, de competencias, institucionales, de lo que sea. En cambio para la Generalitat lo primero es salir de España.

-Hay quien plantea que si se acepta la reforma de la financiación autonómica se desactiva el soberanismo. El PPC de hecho lo ha pedido.

-Consideramos que hay una necesidad clarísima de revisar la financiación para hacerla más justa y equilibrada. En este punto sí será necesario el diálogo entre la Generalitat, el Gobierno y el resto de comunidades. También en otros temas: mejora de la administración, evitar solapamientos, clarificar competencias...

-Se denuncia que discutir ahora sobre financiación es aceptar el juego de los partidos nacionalistas.

«Hay que revisar el sistema de financiación, pero no como respuesta al soberanismo»-Mire, el PPC ya llevó al Parlamento catalán, aprobó en su último congreso, por unanimidad, y llevó en su programa electoral una propuesta de reforma de la financiación muy clara: mantener la solidaridad interterritorial, pero que esta tenga carácter finalista, respetar el principio de ordinalidad y mantenernos dentro de la Lofca... Cuando nosotros planteamos esto CiU no había pedía el estado propio, es decir, en ningún caso es una respuesta o una contrapartida para parar el soberanismo. El camino es claro: salgamos primero de la crisis y discutamos entonces de financiación. Ahí todos los partidos catalanes podríamos llegar a un punto común, que no tienen que coincidir con el que defienden otros compañeros nuestros de partido en otras comunidades. Esto no es un conejo que nos sacamos de la chistera para parar el soberanismo.

-La juez ha imputado al a gerente del PSC por encargar el partido el espionaje a Alicia Sánchez-Camacho.

-Es un hecho muy grave. Si se acaba desmostrando estaríamos ante un caso de actuación delictiva por parte de un partido que, además, en ese momento, gobernaba: José Montilla en la Generalitat, y Alfedo Pérez Rubalcaba como ministro de Interior. Inevitablemente supondrá que se deberán asumir responsabilidades.

-Se ha llegado a insinuar que Sánchez-Camacho sabía de la grabación.

-Eso es falso, y ha quedado demostrado. El PPC tienen tanto interés en saber quién encargó la grabación como quién, dos años y medio después, la ha difundido.