Diez pequeños consejos para una vida saludable

El libro es utilizado ya en los colegios, pues contiene una pequeña encuesta inicial con las preguntas “¿Qué sabemos de nuestro entorno?” y “¿Qué hacemos por nuestro entorno?". También se propone su lectura a modo de debate en la familia o entre amigos. “Cada uno debe sacar sus propias conclusiones de esta pequeña lectura, cada uno debe saber sus compromisos ambientales”, explica Bigues, quien pretende concienciar al lector de que son los pequeños detalles los que pueden propiciar un gran cambio o construir nuestro futuro. Aquí van diez ejemplos:

También podemos pasárnoslo bien cuidando el planeta. Empezando por planificar bien el menú para que no sobre comida hasta reutilizando el mayor número de recipientes posible. Por ejemplo ya existe la posibilidad de alquilar la vajilla con el fin de no utilizar tantos plásticos que van directamente a la basura.

El hecho de desconectar los electrodomésticos cuando no están en funcionamiento permite ahorrar la energía que se consume en posición stand by. El multienchufe con interruptor luminoso facilita el hábito de apagarlo todo por la noche o cuando nos vamos de casa.

Utiliza sistemas de riego eficientes, de goteo, sudoración y riego nocturno pues permiten aprovechar el agua y calcular su consumo. ¿Qué hacemos con los restos de comida? Podemos darles un uso y utilizarlos como abono en vez de mantener los típicos fertilizantes.

El agua se puede ahorrar de la manera más tonta y cuanto más tiempo estén cerrados los grifos mejor. La simplez de ponernos el jabón en las manos o empezar a cepillarnos los dientes antes de abrir el grifo nos pueden dar resultados sorprendentes.

Es importante preguntarnos si lo que vamos a comprar nos satisfará realmente o se trata de una compra compulsiva, que luego no se quede muerto de pena en una esquina del armario. Asimismo aseguraros de la calidad de las prendas y adquirirlas cuanto más saludables y duraderas mejor.

A nadie le gusta estar asfixiado en casa cuando llega el verano pero tampoco hay que aprovecharse del aire acondicionado. Para refrigerar bien la casa recordad mantener las persianas bajadas e instalad toldos que protejan de los rayos de sol. Con una ventilación diaria de 10 minutos hay de sobra, y es preferible hacerlo por la noche o a primera hora del día.

La limpieza puede llegar a manchar mucho el planeta por la cantidad de tóxicos que se utilizan, por eso debemos moderar el consumo de estos productos comprando solo los necesarios. Los ambientadores son un ejemplo de ello, es mejor airear la casa y utilizar incienso o pétalos de flores secas en su lugar. Para limpiar el suelo podemos utilizar agua y limón, vinagre o bicarbonato mientras que para muebles podemos utilizar aceite de oliva con limón.

Procurad mantener un grado de humedad de la piel adecuado. La calefacción reseca tanto el ambiente como la piel. Y aunque nos guste, no nos pasemos con el agua muy caliente, ya que propicia la eliminación de la capa protectora de la piel.

Casi la mitad de la energía de una casa se destina a calentarlas, ¿sabíais que cada grado que se aumenta la calefacción se consume un 8% más de energía? Poned el termostato como máximo a 20 ºC y adecuado los horarios de éste a vuestra jornada laboral. Durante el día que no se os olvide dejar las persianas subidas para que entre bien el sol y en invierno no hace falta ir en manga corta por casa, basta con una capa de más.

Como las dietas, no debemos excluir los fines de semana, debemos tener voluntad de lunes a lunes.