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corazón de león

El tren de Torre del Bierzo

vicente ángel pérez

Hay tragedias que se marcan de por vida, como un hierro ardiente, en el pecho de las ciudades y pueblos que las sufren, y en los corazones de quienes nunca imaginaron que la muerte fuese tan traidora. Santiago de Compostela y su madre Galicia nunca, ... nunca más, olvidarán esa noche de víspera de fiesta cuando en la Plaza del Obradoiro las campanas de la catedral no repicaban, sino que doblaban. Sí, doblaban a muerto, por tantos muertos, por tantas vidas truncadas en esa curva de la muerte que parecía la feliz puerta del festivo Santiago, el último crucero del peregrino ferroviario con término en esa estación colmada de familias y amigos con los brazos dispuestos a abrazar a los suyos.

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