El jurado popular ratifica la condena de 8,5 años de cárcel al parricida de Guardo

En la sesión de mañana de la vista oral había habido un acuerdo previo de conformidad entre fiscal, acusación particular y defensa , que se materializó en la sesión de tarde-noche con la aplicación del atenuante de trastorno mental transitorio . No ha habido necesidad de que comparecieran los testigos previstos ni de que se realizaran las pruebas periciales. No obstante, como determina la ley del jurado popular en algunos supuestos pese a la conformidad en la pena, el proceso se ha celebrado y siete mujeres y cuatro hombres estudiaron el cuestionario presentado explicado por el presidente de la Audiencia y emitieron su veredicto tras hora y media de deliberación a puerta cerrada e incomunicados.

En la modificación de las conclusiones provisionales del fiscal, a las que se adhirieron la acusación particular y la defensa, se puso de manifiesto que el acusado J.Ll.R, dada la violencia que se suscitó en el enfrentamiento con su hijo, sufrió «una alteración anímica con disminución notable de las facultades de comprender y actuar, sin llegar anular su voluntad». En base a ello, los miembros del jurado votaron por unanimidad los ocho puntos del acuerdo de condena fijados en el acuerdo previo con la culpabilidad del acusado, que deberá esperar a que exista una sentencia firme por parte de la Audiencia Provincial. A su vez, determinaron también de forma unánime que no se aplique la posibilidad de indulto para el autor del homicidio de su hijo.

A preguntas del fiscal, señaló que estará «toda la vida arrepentido » por la muerte de su hijo y que siempre pesará sobre él esa carga. «La riña se produjo por el trato que estaba dando a mi mujer , reaccionado mal cuando le grité y llamé gililipollas alzando la voz, y después se abalanzò sobre mi agarrándome del cuello», sostuvo el acusado refiriéndose al detonante de los hechos. La defensa, en su alegato, explicó que su defendido «hubiera dado toda su vida» porque la muerte de su hijo no se hubiera producido. Al respecto narrò la dura infancia que padeció el autor del crimen y las penurias c omo minero y camarero por horas p ara sacar adelante a su mujer y siete hijos en Guardo.

« El arrepentimiento es de por vida y en todo momento colaboró con la acción de la justicia, tratándose los hechos de infortunio y mala suerte porque nunca tuvo problemas con nadie ni en su casa ni fuera. En 22 meses de cárcel ha intentado reparar el daño y la familia ha dispuesto de toda su pensión en este tiempo», recalcó. El Ministerio Fiscal había solicitado en su escrito de conclusiones provisionales una pena de catorce años de prisión, además de indemnización de 102.170 euros a pagar a la madre, mientras que al resto de los seis hermanos la cantidad global solicitada es de 24.000 euros. Además, el autor del homicidio no podrá acercarse a su familia y dos de los seis hijos durante un periodo de diez años .

El acusado fue detenido poco después de que presuntamente le clavara un cuchillo de cocina al menor de sus siete hijos tras una fuerte riña familiar. Los hechos tuvieron lugar en torno a las 15 horas del pasado 13 de febrero de 2011 en el tercero C del inmueble número 2 de la calle Fuentes Carrionas de Guardo. Ese día, según el escrito del fiscal salió a tomar unos vinos por el pueblo mientras su esposa e hijo quedaban en casa y, en concreto, la víctima de presunto homicidio quedaba durmiendo . Sobre las 14,30 horas, cuando el acusado volvió a casa se encontró con su hijo que se estaba arreglando, al tiempo que preguntaba a su madre por una camiseta.

Este hecho irritó al acusado que estaba molesto con la víctima porque ni trabajaba ni aportaba dinero en casa . Dirigièndosé a él le dijo que “si se pensaba que su madre iba a estar de criada para él lo mejor era que se fuera de casa ya que allí no pintaba nada”. Entonces comenzó un fuerte enfrentamiento . El relato de los hechos considerados probados agregó que para evitar la discusión la madre se interpuso con la intención de llevar a su hijo para su habitación y acabar con el enfrentamiento, pero el padre comenzó a empujarle desde la cocina, en donde se encontraban, al pasillo.

En un momento determinado y mientras la madre seguía llevando al fallecido para que se metiera en su habitación y, aún en el pasillo, el acusado esgrimió un cuchillo que había cogido de la cocina y de un fuerte golpe lo clavo en el pecho de su hijo, causándole una grave herida en el pulmón derecho. Ante esta situación el agredido, apartando a su madre y empujando a su padre, cayó al suelo contra una bombona de butano. Seguidamente y a través de la cocina y tras abrir la puerta de casa, salió al rellano de la escalera del inmueble, en donde la víctima, mientras llamaba a su madre, cayó al suelo, empezando a sangrar y falleciendo rápidamente , a pesar de los esfuerzos de su madre por taponarle la herida con unos paños.

El cuchillo utilizado era de cocina, de acero inoxidable y con unas dimensiones de 202 milímetros de longitud total y 100 milímetros de hoja. Tras comunicarse el suceso al Servicio de Emergencias de Castilla y León, el personal de los servicios sanitarios que acudió al lugar de los hechos intentó reanimar al herido sin conseguirlo y éste falleció al poco tiempo del acuchillamiento, sobre las 15,25 horas.