Macron empieza con Manuel Valls su plan de conquistar Europa

La propuesta de lanzar a uno de sus principales aliados, Manuel Valls , a la arena política en España sería parte de este plan para llevar a escala continental sus ideas de renovación con las que ha llegado a la presidencia de Francia .

Esto explica su insistencia en la última cumbre europea por reivindicar la idea de una lista paneuropea, en la que se elegirían a eurodiputados sin adscripción nacional. Esta habría sido su gran baza teniendo en cuenta que podría haber logrado designar al próximo presidente de la Comisión sin tener un partido en el continente.

En efecto, este es el primer caso de alguien que intenta imponerse en el escenario europeo, pero sin haberse definido en términos de familia política. Macron ha sido miembro del Gobierno de un partido socialista, los dirigentes del grupo popular dicen que comparten hasta un 80% de su programa y los liberales sueñan con atraerlo. Macron reivindicó su «libertad» en Estrasburgo y no decidirá donde se sitúa hasta ver los resultados de las elecciones europeas.

Según sus círculos más próximos, sus ambiciones incluyen desde formaciones socialistas a liberales y no descarta incluso opciones tan heterodoxas como la fuerza más votada en Italia que es el Movimiento 5 Estrellas. Por ello, la idea de formar el grupo mayoritario en la próxima legislatura europea en torno a «En Marcha» no les parece descabellada.

Los observadores no han dejado de señalar el hecho de que Macron haya cambiado de opinión sobre la figura del «supercandidato» a la presidencia de la Comisión, algo que ahora no le produce tanto rechazo teniendo en cuenta estas perspectivas electorales. Sobre todo si lograse su plan más ambicioso que consistiría en desgajar del grupo popular a ciertos partidos a los que aspira a atraer, para dejar al PPE relegado a los partidos más nacionalistas (como el Fidesz húngaro o el PiS polaco), a los que acusó en su discurso de estar alentando «una especie de guerra civil en Europa» a base de anteponer sus intereses nacionales a los suyos.

Queda el papel de la canciller Angela Merkel , leal sin fisuras a sus aliados del grupo democristiano y cuyas ideas sobre el futuro de Europa y sus instituciones difieren claramente de las de Macron . Desde el punto de vista histórico, este movimiento inesperado podría tener repercusiones históricas para Europa, porque contribuiría a formar desde arriba, como ha forjado su carrera política, un escenario político nuevo a escala europea. Tal vez no sería aún el nacimiento del «demos» de una democracia comunitaria, pero podría sentar las bases para concebirla.

El papel de la operación Valls en este escenario es muy importante, porque podría significar sumar para sus planes una fuerza política que goza de perspectivas muy prometedoras para las elecciones europeas. Valls cumple perfectamente esa función de lucha contra el nacionalismo, es un socialista que se ha pasado a las filas de Macron y que arrastraría a Ciudadanos a la causa macronista y dejaría abierta la puerta a que otros socialistas siguieran su estela, también en otros países.