Lenín Moreno y Rafael Correa disputan el control del partido y el poder político en Ecuador

Para que no quede duda del desafío que se plantean, el sector contrario a Moreno anunció que ha invitado a que retorne al país al expresidente Correa, radicado en Bélgica , la tierra de su esposa, lo que es interpretado como un intento por boicotear la consulta popular, convocada por el Ejecutivo. Y una manera de confrontar con la justicia que ahora tiene en la cárcel, por presuntos hechos de corrupción, a dos exministros de Correa, varios altos cargos de la estatal petrolera y al vicepresidente de la República, Jorge Glas , a quien Lenín Moreno le quitó todas las funciones que le había asignado.

«Es un ataque a la democracia porque la facción que actúa contra Moreno está en contra de la consulta popular . Y estar en contra de la consulta es impedir que sea el pueblo el que se pronuncie», afirma sobre la remoción de Moreno de la directiva de AP, el exjuez de cuentas (contralor) Alfredo Corral, quien recuerda que la mayoría de Correa en la Legislatura anterior aprobó una enmienda inconstitucional para facultar la reelección indefinida , uno de los temas que hoy se preguntará en la consulta y que, de ser aprobada, impediría que Correa vuelva a postularse para la Presidencia de la República.

Otra de las siete preguntas de la consulta que caldea los ánimos del correismo es la que plantea la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana , poderosa entidad que califica los concursos para elegir fiscal general de la Nación, Consejo Nacional Electoral, superintendentes y al juez de cuentas, y que hoy está integrada por cercanos al exmandatario.

«La posible presencia de Correa en Ecuador reactivará la polarización política, que es el terreno donde mejor se mueve, pero también radicalizará la sociedad a favor de la consulta», sostiene Gustavo Icht, reconocido consultor político. Según varias encuestas, el Sí ganaría en la consulta con un amplio margen, pero el pueblo recién irá a las urnas en los primeros meses de 2018.

Para despojar a Moreno del mando del movimiento se aduce que el presidente no ha asistido durante tres meses a las sesiones de la directiva nacional. Para el presidente del colegio de abogados de Pichincha, Ramiro García, la medida evidencia desesperación y falta de brújula, ya que no han permitido a Moreno ejercer su derecho a la defensa con lo cual «han vulnerado toda norma del debido proceso». En las últimas horas, un Tribunal de Garantías Penales dio medidas cautelares para que Alianza País no pueda inscribir legalmente a otro presidente que no sea Lenín Moreno.

Todas estas acciones se han producido cuando el gobierno tendría mayoría en el Parlamento, y la mayoría de las directivas provinciales se habrían también decantado por Moreno. El exmandatario habría perdido su hegemonía hasta en el movimiento que creó, junto Moreno y otros dirigentes en 2006, y con el que han ganado cuatro elecciones presidenciales, varias consultas y elecciones seccionales.