La controvertida escapada del Príncipe Enrique y Cressida Bonas a Kazajistán

Los vínculos de Buckingham con Kazajistán se remontan a 2007, cuando el Príncipe Andrés invitó a Lady Goga, una de las grandes fortunas del mundo gracias a sus negocios de petróleo, gas y minas de oro, a las carreras de Ascot. La estrecha relación del hijo mediano de la Reina Isabel II con la reina del oro negro llegó a desatar incluso los rumores de noviazgo, aunque nunca llegó a confirmarse. Gracias a este vínculo, él afianzó sus negocios en Kazajistán estableciendo jugosos contactos en el mercado inmobiliario y ella proyectó una meteórica escalada social llegando incluso a tomar el té con la soberana británica.

Las relaciones del duque de York con la república asiática volvieron a resonar con fuerza después de que ese mismo año vendiera su antiguo domicilio conyugal, en Berkshire, a Timur Kulibayev, yerno del presidente de ese país, por 18 millones de euros cuando Andrés sólo pedía 14,4 y llevaba tres años en venta. La propiedad, regalo de su madre la Reina Isabel con ocasión de su boda con Sarah Ferguson, sigue vacía a día de hoy.

Nada más conocerse que el Príncipe Enrique y Cressida Bonas habían pasado un fin de semana en Kazajistán se empezó a especular con la posibilidad de que el Príncipe Andrés hubiera sido el precursor del viaje o hubiera tenido alguna influencia en los preparativos, aunque fuentes cercanas al príncipe lo han negado rotundamente

«El Príncipe Enrique no se reunió con ningún miembro del gobierno. Era un viaje privado, organizado por un amigo del grupo que quiso evitar el acoso mediático al que se expuso a la pareja en las pistas de Verbier, en los Alpes suizos el pasado año», declaró una persona del círculo del Príncipe Enrique al Daily Mail.

La presencia del Príncipe Enrique, sin embargo, no pasa desapercibida fácilmente y un turista ruso que también esquiaba en las pistas del complejo invernal de Shymbulak se encargó de divulgar los detalles del viaje a través de Twitter despertando la indignación de organizaciones como Amnistía Internacional. «No hay ninguna ley que prohíba a Enrique ir a esquiar a Kazajistán, pero podía haber pensado un poco en la gente que no puede ir con él a disfrutar en las pistas de esquí», le ha reprochado un portavoz de AI.

Estos idílicos días de vacaciones en la nieve también han servido para demostrar que la relación con Cressida sigue viento en popa. La socialité asistirá hoy junto con su novio una cena en el palacio de Saint James en honor de los héroes de guerra, que ha despertado gran expectación en los medios británicos. «No hay duda de que será un banquete real, aunque privado", aseguró una fuente al Mail on Sunday.