Una semana negra en las carreteras deja el mayor número de muertos desde 2012

Pese a que especialmente en el caso de los siniestros las estadísticas son frías y crueles, lo cierto es que hasta hace unos días Castilla y León podía al menos consolarse con que el número de fallecidos en accidentes de tráfico era menor respecto al mismo periodo del año 2015 , que se cerró finalmente con un incremento de las muertes de más del 20 por ciento tras tres años de descensos. Ahora, las luctuosas jornadas de estos días han supuesto que las cifras mortales sean ya idénticas a los peores datos desde el año 2012. Sin contabilizar aún los datos de muertes en vías urbanas —los registran los ayuntamientos— la Dirección General de Tráfico tiene registrados hasta el sábado por la noche un total de 69 muertos en accidente, los mismos que en el mismo periodo del pasado año y muy por encima de los 54, 56 y 58 de los tres ejercicios anteriores.

Sólo en la jornada de ayer, tres personas perdieron la vida en dos accidentes. Ambos siniestros se produjeron en Burgos, «protagonista» de la gran mayoría de los fallecimientos de esta semana. El último tuvo lugar a primera hora de la tarde tras una colisión entre un turismo y un camión en la Autovía de Castilla (A-62), a la altura de Villagonzalo Pedernales y dejó a una persona sin vida y cuatro heridos. Horas antes, cerca de las seis de la mañana otros dos ciudadanos fallecían y otros resultaban heridos en otro choque entre un turismo y un camión en el kilómetro 275 de la carretera N-I , en el término municipal de Prádanos de Bureba (Burgos). El viernes la desgracia también se cebó con este territorio al fallecer una mujer y resultar heridas cuatro personas tras la colisión frontal de dos turismos en la carretera N-629, en la localidad de Quintanilla Sopeña. Dos vidas más se cobró el accidente acaecido poco antes de la una de la madrugada del día 12 en el término municipal de Briviesca (Burgos), donde colisionaron dos turismos y un camión en el kilómetro 288 de la N-I. Las dos víctimas mortales eran dos varones de 51 y 30 años con iniciales S.B. y S.C.L, respectivamente.

Al día siguiente, el pasado miércoles, hubo dos accidentes mortales más en Mansilla de las Mulas (León) y Pancorbo (Burgos). El primero de ellos se produjo en torno a las 15.20 horas en el kilómetro 309 de la carretera N-601 , donde chocaron un camión, una furgoneta y un turismo, percance que se saldó con el fallecimiento de un hombre de 62 años con iniciales D.C.B. (conductor de la furgoneta) y otros dos heridos. En el caso de Pancorbo, el accidente se produjo en el kilómetro 304 de la carretera N-I , donde sobre las 18.30 horas chocaron un camión y un tractor, colisión que tuvo como consecuencia la muerte de un hombre de 57 años con iniciales F.T.M.

A última hora de la tarde del jueves hubo que lamentar otro siniestro en la localidad burgalesa de Villalba de Duero, donde un varón fallecía al caer a una charca el vehículo en el que viajaba. Ese día fue además la jornada más trágica del año en la Comunidad con un total de cinco fallecidos y diez personas resultaron heridas.

El primero de estos siniestros, se produjo de madrugada en el kilómetro 162 de la A-2 a la altura de Arcos de Jalón (Soria) y tuvo lugar de nuevo cuando un camión chocó con una furgoneta averiada para posteriormente despeñarse, con el resultado de un fallecido, un hombre de 38 años con iniciales J.J.A.H, y tres heridos.

Mientras, minutos antes de las tres de la tarde y en el término municipal de Salobral (Ávila), fallecían tres mujeres búlgaras temporeras de la fresa y otras seis resultaban heridas tras un siniestro en el que se vieron involucrados un camión y un todoterreno en el kilómetro 11 de la carretera N-502.

Sólo con este espeluznante listado de siniestros se puede deducir que los choques son los tipos de accidente más habituales en la Comunidad, seguidos de cerca por las salidas de vía y a mucha distancia por los atropellos y los vuelcos. En cuanto a los principales factores que provocaron los accidentes, en lo que va de año las conductas negligentes y/o temerarias estarían detrás de casi la mitad de los sucesos, mientras que al menos en una docena de casos la causa tuvo que ver con una velocidad inadecuada. En menor medidas, no respetar la prioridad de otro vehículo, el alcohol y los adelantamientos inadecuados también causaron alguna de las 69 muertes registradas hasta ayer por la noche en las carreteras de la Comunidad.