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Casi el 10% de los afiliados de UPyD se ha ido a Ciudadanos en el último año

Cinco exdirigentes territoriales del partido de Rosa Díez son ya cargos medios de C’s

Casi el 10% de los afiliados de UPyD se ha ido a Ciudadanos en el último año Ángel de Antonio

JUAN FERNÁNDEZ-MIRANDA

La relación de amor odio entre UPyD y Ciudadanos vivió el jueves pasado su episodio más trágico, al romperse las conversaciones abiertas para explorar las posibilidades de alcanzar algún tipo de acuerdo de cara a las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales. Sin embargo, aunque esa ha sido una disputa con gran repercusión mediática, en las bases y los cargos intermedios hace tiempo que se está produdiendo un fenómeno que revela una batalla silenciosa entre los dos partidos. En el último año, cerca de 500 afiliados se han pasado de UPyD a Ciudadanos, una desbandada que representa casi el 10 por ciento de la afiliación de unos y otros. Son datos difundidos por Ciudadanos.

Según datos facilitados por UPyD, en la actualidad cuentan con «algo más de 6.000 afiliados», una cifra muy similar a la que a día de hoy tiene Ciudadanos, que asegura haber alcanzado recientemente los 6.300. Sin embargo, mientras UPyD vive estancado en esa cuantía desde el año 2009, cuando alcanzó la cifra de 6.000, en Ciudadanos afirman que su tendencia es de crecimiento en todo el territorio nacional, especialmente desde las Europeas . Lo más significativo de ese incremento es que se debe en gran medida a los desencantados de UPyD.

Ese movimiento de trasvase de un partido a otro en las bases tiene su reflejo en los dirigentes de varias comunidades autónomas, como ayer se escenificó en Valencia. El hasta hace un mes coordinador territorial de UPyD en Valencia, Alexis Marí, ofreció una rueda de prensa para anunciar su incorporación a Ciudadanos. A su lado, escenificando el apoyo, su nuevo secretario de Organización, Fran Hervías.

Al igual que en Valencia, en el último año se han ido de un partido al otro personas con responsabilidades orgánicas en UPyD en Galicia, Cantabria, País Vasco, León o Andalucía. También se han pasado una decena de agrupaciones locales al completo, desde Santander (Cantabria) a Águilas (Murcia) o Almuñécar (Granada), y un goteo de afiliados de base en casi todas las comunidades autónomas. Hervías asegura que incluso en Madrid hay movimientos internos en UPyD para dar el paso.

El factor Sosa

Aunque el goteo se ha producido en el último año, el factor desencandenante ha sido el caso del entonces eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner , que en agosto pidió públicamente la unión de ambas formaciones políticas. Una petición que propició un agrio enfrentamiento con Rosa Díez y su equipo y que ha concluido con su salida de la política. «Yo fui jefe de la Delegación de UPyD en el Parlamento Europeo por elección de los afiliados, no por la dirección del partido. Decidió cesarme simplemente por un acto de autoridad, porque no tenía ninguna competencia para hacerlo. Me cesaron y me pareció el colmo, por lo que decidí marcharme», explica a ABC antes de lamentar que «es una pena que se haya perdido» la posibilidad de unir las fuerzas: «Estoy absolutamente convencido de que una escena con Rosa Díez y Rivera levantando juntos los brazos en una plaza de toros o en un teatro y diciendo “aquí estamos nosotros” tendría mucho seguimiento».

La imagen de unidad que evoca Sosa Wagner, y que ha generado muchos entusiasmos en ambos partidos , no puede estar más lejos de la realidad, después de la ruptura de las negociaciones. El momento que revela las enormes distancias entre unos y otros quedó reflejado en la última de las tres reuniones bilaterales, la que se celebró el pasado jueves, cuando Albert Rivera propuso la convocatoria de un congreso para fundar un nuevo partido resultante de la fusión entre ambos. En ese momento, se hizo un silencio que cada uno interpreta a su manera.

Rivera considera que la negativa de UPyD a fusionarse es «la demostración de que no quieren un acuerdo grande». «Les da miedo un proyecto más grande, que se tuviesen que escoger nuevos cargos y que se acabaran diluyendo en algo más grande y menos controlable». Por el contrario, Carlos Martínez Gorriarán, diputado de UPyD, entiende que esa propuesta es «una falta de respeto» y lo de hacer primarias conjuntas una medida «infantil». «Si yo quiero un acuerdo no voy cambiando las reglas sobre la marcha. Estamos muy decepcionados, ha sido fingir una voluntad que no existía», asegura a ABC.

A seis meses de las municipales y autonómicas y a un año de las elecciones generales, se vislumbra una dura batalla por el centro político. Ese que aspira a contribuir a la regeneración del sistema político sin destruirlo.

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