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Fernando Savater: «El nacionalismo es una exageración del egoísmo particular»

El filósofo donostiarra se refiere al desafío secesionista como «el mayor problema que tiene el país ahora mismo»

Fernando Savater: «El nacionalismo es una exageración del egoísmo particular» ángel navarrete

daniel ramírez/Guillermo ginés

Fernando Savater (San Sebastián, 1947) coge el teléfono desde el otro lado del charco, en Estados Unidos. Con el mar de por medio mira hacia España y divisa el desafío secesionista de Mas , lo que califica como «el mayor problema que tiene el país ahora mismo». Este filósofo y escritor ( firmante de Libres e Iguales ) que confiesa bucear entre los apuntes de Nietzsche se refiere al «aburrimiento» como la causa principal de las mayores atrocidades de la Historia. Primero escribió «Ética para Amador», luego «Política para amador», pero, ¿y si tuviera que escribir ética y política para Artur Mas?

Si usted le dijera a un norteamericano que el Gobierno catalán apuesta por la independencia, ¿qué cree que le contestaría?

En los países apenas se entienden los problemas propios, así que los de los demás se ven muy remotos. Hay muy poca comprensión acerca de algo tan grave como la unidad de un país. Estados Unidos es una federación que se caracteriza por la voluntad de unión de todos sus ciudadanos. Se ve la bandera hasta en la matrícula de los coches. Estas cosas revelan que los estadounidenses están muy orgullosos de haberse unido. La federación se basa en querer unirse, no en una forma disimulada de separarse. En España se plantea la federación como una forma de disolver poco a poco lo que está unido, en lugar de plantearlo como una forma de unir lo que está separado. La federación funciona cuando es un motivo de unidad, como en Estados Unidos.

Después de «ética y política para Amador», ¿ética y política para quién?

El mes que viene saldrá «No te prives». Es una exhortación a los ciudadanos para que no renuncien a la plenitud de sus derechos. Es una defensa de la condición del ciudadano; una ciudadanía que no está ligada a aspectos culturales o étnicos, sino a un Estado de Derecho. En España, esto no se entiende bien. La gente es muy de su pueblo, pero muy poco de su país. La ciudadanía no está ligada a localismos, sino a una serie de deberes y derechos.

Imagine que tuviera que escribir «ética y política para Artur Mas».

Cada uno tiene su conciencia. Artur Mas desempeña un puesto muy importante dentro del organigrama del Estado español, es el presidente de una comunidad autónoma muy relevante. Que un alto cargo fomente y ampare la posibilidad de privar de sus derechos al conjunto de sus ciudadanos es un robo a dos bandas, a los catalanes y a los españoles. La situación es grave. Allá cada uno. La conciencia de cada cual es la que tiene que juzgar. Yo no soy un cura para andar diciéndole a uno esto o lo otro-dice riéndose-.

¿Qué parte de filosofía tiene el nacionalismo?

El propio nacimiento del nacionalismo es filosófico. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, durante el romanticismo, nace esa idea de que los pueblos tienen una esencia, de que son realidades inmutables, con una personalidad definida. Este nacionalismo filosófico dio lugar a esa especie de espíritu del pueblo que llevó a esas cosas atroces que ya conocemos.

Y ahora, dos siglos después, ¿cuál es la filosofía del nacionalismo?

Ahora es una forma de buscar ventajas políticas. Casi todas las regiones en todos los Estados se benefician del apoyo del resto del país, y en un momento, aquellos que van ganando y llegan a un mejor desarrollo dicen: «Nos independizamos, nos quedamos con lo nuestro y lo demás lo repartimos a medias». Es un pensamiento de rico: «Si yo me puedo pagar lo mío, ¿para qué voy a pagar lo de los demás?» Se esconden en el nacionalismo lo que, en el fondo, son defectos de otro tipo.

¿Por qué el nacionalismo consigue movilizar al ser humano?

Porque es la ideología más simple. Si por ejemplo uno es comunista, tiene que estudiar textos, leer libros, y aprender una teoría. Con el liberalismo sucede algo parecido. Son ideologías que comportan un cierto estudio de ideas. El nacionalismo es decir: «Nosotros somos los mejores, los demás tienen la culpa de nuestros males». Es una exageración del egoísmo particular. La gente que no tiene grandes motivos para enorgullecerse personalmente elige un grupo para poder hacerlo. «Yo y este grupo somos los mejores del mundo». Es algo que no requiere elaboración mental: «Nosotros somos los buenos y los otros son los malos». En un país de poca formación política como España esto es muy atractivo y surte su efecto.

Una vez dijo: «El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar». A día de hoy, ¿cómo calificaría el desafío secesionista de Mas?

Quiero pensar que prevalecerá el sentido común. Espero que Artur Mas se de cuenta de que no puede saltar por encima de las leyes y de la Constitución. Uno puede tratar de defender sus ideas, pero no imponerlas rompiendo las reglas del juego. A día de hoy, este desafío es lo más grave que tiene este país encima de la mesa. Compartimos problemas económicos y sociales con Europa, pero el problema nacionalista es específico de España. Es una amenaza para la convivencia.

Vayamos con otra frase suya: «El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está llena de atrocidades».

Creo que es acertado. No es una reflexión exclusivamente mía. Si la gente se resignara a llevar una vida más interesante dedicada al arte, la cultura, el amor... Esto debería bastar para llenar la vida de las personas. El ser humano está mal dotado para disfrutar de sí mismo y entonces se aburre. Ahí es cuando se deja llevar por cantos de sirena, por personas que le van a llevar por el camino de la destrucción, de las guerras y las atrocidades.

También dijo que «nada puede reclamarse cuerdamente a la vida».

No hay libro de reclamaciones. Podemos intentar mejorarla y hacerla más llevadera. La vida humana se caracteriza porque la vivimos con semejantes y con personas a las que necesitamos. Es cuerdo, no solo, mejorar nuestra vida, sino la de los demás. Sobre todo, es cuerdo no mejorar la nuestra a costa de los demás. La vida, si es humana, es compartida. Tenemos que aprender a convivir con ello.

¿Saldrá ganando el ser humano de todo esto?

El ser humano no sé-riéndose-. Lo importante es que salgan bien los ciudadanos de este país. Lo importante es que no nos enfrentemos más y que tengamos una idea más clara de lo que significa ser ciudadano. El hombre, en particular, seguirá su camino, pero en su conjunto tengo pocas esperanzas.

¿No es optimista?

Creo que soy un optimista bien informado.

¿La información puede determinar la balanza entre ser optimista y pesimista?

Sí. La información tiene mucho que ver con esto que estamos hablando. La manipulación de los medios de comunicación de los nacionalistas ha influido en este auge del separatismo que destruye el Estado de Derecho. La de Cataluña ha sido una manipulación descarada.

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