Miguel Carcaño: «La metimos en la zanja y la enterramos con escombros»

El juez instructor del caso, Francisco de Asís Molina, ha ordenado que mañana se excarcele a Carcaño y declare ante él como testigo para ratificar su nueva versión, a consecuencia de la cual la Brigada de Policía Judicial de Sevilla ha imputado un delito de homicidio a Francisco Javier Delgado, hermano de Carcaño, absuelto por dos tribunales. Los investigadores están convencidos de que esta vez el condenado puede que diga la verdad.

La Policía se ha entrevistado trece veces con Carcaño el último año; ha peinado unas alcantarillas, donde asegura que tiró el móvil de Marta y ha excavado numerosos puntos de dos carreteras distintas de Sevilla. Sin resultado. También ha tomado de nuevo declaración a algunos testigos.

El crimen de la calle León XIII no tuvo móvil, según Carcaño; se desencadenó cuando la menor medió entre él y su hermano que estaba golpeándolo a puñetazos porque se había gastado el dinero de una cuenta corriente (había 2.000 euros) de la que se pagaba la hipoteca. Francisco Javier Delgado, furioso, se revolvió contra Marta y acabó matándola a golpes con un revólver. Luego, con el coche de la exmujer de Delgado y la moto de Carcaño trasladaron el cadáver a un punto de la carretera de Sevilla-San José de la Rinconada y lo metieron en una zanja a unos veinte metros de la calzada. Al día siguiente, el domingo por la noche, ambos volvieron al lugar y taparon la tumba con dos sacos de cal. Samuel Benítez no tuvo ninguna implicación, según esta versión, y el menor Francisco Javier García «el Cuco» vio el cuerpo y huyó del piso.

La Policía no ha parado ni un día en busca del cadáver. Decidieron reunirse con Carcaño en prisión, con la colaboración de su abogada defensora, Paloma Pérez Sendino, clave en este último año. En el atestado policial entregado al juez el pasado 11 de abril, los investigadores destacan la «dificultad» de estas entrevistas.

El 12 de abril de 2012 tuvo lugar la primera en la cárcel de Morón. Acudió la inspectora jefe del Grume y la abogada, igual que en la siguiente. Carcaño abundó en las versiones ya dadas de que su hermano no estaba en el piso de León XIII cuando mataron a Marta, sino que estaban él y «el Cuco» y que luego ellos dos trasladaron el cuerpo a un lugar que él desconoce. Pero ya ahí aportó algunos datos nuevos.

Hasta septiembre la Policía no vuelve a visitarlo. Se dedican a cruzar los nuevos datos y a otras gestiones. En esa fecha se suma el jefe de la Brigada. Se producen en total trece entrevistas (hasta ahora) en las que los investigadores le convencen de que el único objetivo es «paliar en lo posible el dolor de la familia».

En las nuevas versiones, Carcaño implica directamente a su hermano. Describe cómo se origina la pelea, cómo mata a la menor, y cuenta que, una vez que comprueban que está muerta, él mismo lleva a Delgado en su moto hasta el domicilio de su exmujer, donde recoge el coche de su propiedad en el que luego trasladarían el cadáver. Aunque fue dos veces a la tumba, la describe con dificultad porque «estaba bloqueado».

«Mi hermano me dijo que iba retrasado en el pago de la hipoteca. En la cuenta del BBVA donde estaba la cuenta había unos 2.000 euros, de los cuales yo saqué 800. Me compré la moto y otros enseres (una play-station, un home cinema y una cámara de fotos), creyendo que eran un regalo del banco». Explica Carcaño que su hermano se enfureció: «Siempre eres igual», y eso desencadenó la paliza.

El condenado contó también que tiró el teléfono de Marta a una alcantarilla en un pasaje junto al bingo donde trabajaba. A pesar de los años transcurridos, la Unidad de Subsuelo inspeccionó la alcantarilla al completo. Tanto esa como las de alrededor habían sido reformadas, y el material extraído trasladado a un vertedero de San José de La Rinconada.

Con los datos de Carcaño se peina la margen izquierda de la carretera Sevilla-La Rinconada, que ya había sido seleccionada por los investigadores como posible ruta utilizada. Como tampoco esa búsqueda dio resultado se pidió la excarcelación de Carcaño al juez para que intentara concretar el lugar.

El 3 de octubre de 2012 se le saca de prisión y se le conduce a la zona. «Carcaño no logró concretar el lugar de enterramiento, aunque utilizando los pocos e inconclusos datos geográficos aportados» se acotaron algunas zonas de la carretera seleccionada y se amplió a otras de similares características en la carretera Sevilla-La Algaba, paralela a la anterior, por si se había equivocado. Se excavaron cuatro zonas también sin resultado.

En enero se produce otra entrevista en prisión, donde concreta la participación del hermano y habla del dinero gastado. Para los investigadores esta teoría tiene sentido porque siempre han sostenido que quien mandaba era el mayor de los hermanos: «Tiene gran superioridad intelectual y psíquica sobre Miguel», hasta el punto de lograr que este se inculpara. Carcaño, en ese mes, decide escribir una carta a su hermano para pedirle colaboración.

El 21 de febrero Miguel solicita una nueva entrevista con los policías y al día siguiente declara formalmente. Es la base para que los agentes imputen a su hermano un delito de homicidio. El pasado 2 de abril Carcaño vuelve a ser excarcelado. Pasa 14 horas con los investigadores y se muestra colaborador y convincente, según los investigadores. Marca una nueva zona en la carretera Sevilla-La Rinconada, que se revisó el día 10 sin hallar ni rastro.

Al día siguiente la Policía llama a declarar como imputado por un delito de homicidio a Francisco Javier Delgado, que completamente fuera de lugar se niega a declarar ante los agentes. También prestó declaración el propietario de la empresa de seguridad (amigo suyo) para el que ha trabajado intermitentemente desde mediados de los noventa. Los agentes querían saber si Delgado pudo haber utilizado un arma de la empresa.