país vasco
La «herriko taberna foral» de Guipúzcoa
El diputado general Martín Garitano, de Bildu, ha convertido la institución en un antro batasuno donde se ensalza a detenidos de Segi
s. e.
Tras la llegada del bildutarra Martín Garitano, la Diputación Foral de Guipúzcoa se ha convertido en la sede central de los herederos de Batasuna. Garitano recibe a miembros de Segi horas antes de ingresar en prisión por actos de «kale borroka», o, como ha sucedido ... ahora, rinde homenaje a personas detenidas en su día por su presunta relación con el «complejo ETA» y que denunciaron haber sido sometidos a tortura.
Noticias relacionadas
El acto de «reconocimiento» a las «víctimas de la tortura» como «pequeño paso» para «construir el futuro, reconociendo a todas las víctimas» y conseguir una «paz justa», ha tenido como escenario ni más ni menos que el Salón del Trono del Palacio de la Diputación. Garitano considera que la lista de quienes han sufrido «torturas» por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado a lo largo de estos últimos cincuenta años en el País Vasco y Navarra es «inacabable». Pero no incluye al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, enterrado en vida durante casi un año; no alude al capitán de farmacia Martín Barrios, al ingeniero de Lemóniz, José María Ryan, ni al concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, asesinados tras la angustia del cautiverio. Tampoco a los empresarios Ibarra y Berazadi. Ni a tantos y tantos secuestrados. Martín Garitano ignora también a los tres ciudadanos gallegos mutilados y a quienes sacaron los ojos con un destornillador antes de ser asesinados en el sur de Francia: ni a los dos policías cuyos cadáveres aparecieron en Hendaya después de haber sido sometidos a horribles tormentos como certificó el hecho de que sus cadáveres aparecieran sin los dedos de la mano.
La farsa
Y así, con este silencio cómplice de las atrocidades cometidas por ETA, el diputado general de Guipúzcoa Garitano afirma que «tiene claro» que es necesario «dar pasos en el reconocimiento de las víctimas del conflicto», y que «en ese camino hay que expresar de forma clara y rotunda que la tortura es una vulneración muy grave de los derechos humanos y no se puede repetir». El diputado general subraya, así, la necesidad de «reconocer y reparar» a los ciudadanos «víctimas de esa atrocidad, mucho más que muy grave». Y luego, los dirigentes de la antigua Batasuna, en ese intento de lavar su pasado, pedían, no hace mucho, disculpas a las verdaderas víctimas, por si en algún momento les ha faltado hacia ellas sensibilidad.
La «herriko taberna foral» de Guipúzcoa
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete