«Tratamiento quirúrgico» contra los estereotipos

Además, participaron en el debate María Gómez, consejera delegada de Womenalia.com; Carolina González, community manager de la Policía Nacional; Lupina Iturriaga, directora general de Fintonic; Silvia Leal, experta en e-liderazgo; Pilar Torres, directora de marketink de Microsoft Ibérica, y Susana Voces, directora general de eBay España.

Hay alguna «razón perniciosa», se planteó, por la que las niñas de entre 9 y 14 años piensan que no son buenas en matemáticas y en física. Las siete ponentes se propusieron desmontar este «estereotipo», si bien reconocieron que incluso entre aquellas que alcanzan éxito queda un poso de humildad. En opinión de Lupina Iturriaga, «las mujeres saben utilizar tecnología» pero luego, «en el trabajo no tenemos ego, a diferencia de los hombres, que tienen muchísimo, y a lo mejor eso es lo que nos falta. Somos más humildes».

Para Carolina González, «en el uso de tecnología estamos incluso mejor que los hombres y en redes sociales las mujeres tenemos un papel predominante, al menos en el uso». Por ello, animan a las jóvenes a que se sacudan esos miedos y asuman, por ejemplo, la carrera de Ingeniería como un reto natural. Y que no se dejen influir tanto por la televisión, que «nos ha hecho mucho daño» a quienes apuestan por las tecnologías y, sobre todo, la Ingeniería. «Se han incrementado mucho carreras como criminología por las series. Y por eso también está disminuyendo mucho la Ingeniería. Lo que tendríamos que hacer es una serie de ingenieras superfasion. Los niños a veces se dejan llevar por esas modas».

Susana Voces defendió que «hay que poner programas en el entorno de la empresa para que las mujeres progresen, se relacionen». En eBay España, por ejemplo, el 46% son mujeres, pero a medida que se progresa, hay menos directivas que hombres.

Pilar Torres recordó cómo en unas recientes jormadas sobre tecnologías se le preguntó a una chica si tenía previsto hacer una carrera técnica. «No, porque me parece muy difícil», respondió. «A todas se nos cayó el alma a los pies». «Es que no es cierto. Las mujeres están ahora presentes en carreras muy difíciles, como Medicina, Arquitectura o Ingeniería. Y tenemos que comunicar muy bien el papel social de la tecnología. En Medicina hay un impacto social muy visible, y muchas chicas estudian esta carrera para ayudar a los demás. Pero en tecnología , hoy en día, se puede ayudar a predecir cáncer, a hacer las ciudades más humanas, a ser más eficientes energéticamente, a dar mejores servicios a los ciudadanos. Y ese papel social de la tecnología es un atractivo importantísimo que tenemos que transmitir a las niñas desde el parvulario».

Y, ¿cómo incorporar a las mujeres de 40 o 50 años, que en su momento no apostaron por la tecnología, que hoy son médicos y a lo mejor dentro de tres años están imprimiendo órganos? Porque eso sí que es tecnología, se planteó en el debate. «No demos por perdidas a las mujeres que han elegido otra profesión–propuso Silvia Leal– porque ahora se están redefiniendo todas. Todos los sectores tienen tecnología»... así que «¡renovarse o morir!», coincidieron.

De hecho, las empresas están pidiendo ingenieros, que no abundan. «Claro que tenemos que renovarnos, claro que estamos rodeados de tecnología. Y quien la engendra son los ingenieros», apuntó Sara Gómez. «Está muy bien que nos reinventemos, que los médicos aprendan tecnología, porque el 99% de los diagnósticos que se hacen son a través de ésta.». Entonces, ¿por qué se perciben como hostiles esos estudios, especialmente entre las chicas? «¿Qué es lo que estamos haciendo mal para trasladar a la sociedad que es prácticamente imposible abordar estudios de Ingeniería?», planteó Sara Gómez. Y sobre todo a las chicas. La tecnología contribuye a acabar con las desigualdades en el mundo, con el hambre. Si algo lo puede lograr, no son los recursos naturales, sino las tecnologías aplicadas a esos recursos natutales. Y para eso necesitamos tecnólogos....y ¡tecnólogas!».

«Cuando una chica está muy interesada en hacerse médico, hay una motivación social, de salvar vidas...». Pero los niños de 13, 14 años no se imaginan,, por falta de información, que con la tecnología se pueden hacer cosas que tienen impacto social. «A una niña que tiene vocación de salvar vida como médico, le dices que va a estar de guardia por las noches tantos días a la semana, y le da igual –apunta ba Silvia Leal–. Pero si le propones que estudie Ingeniería, se echa para atrás. Lo veo en adolescentes y da pena, porque si no son tecnólogas, socialmente no van a ningún sitio. Y vuelvo a la impresión de órganos. Con una impresora 3D lo que se hace es poner células». «Sin ingenieros no vamos a ningún sitio», concluyó.

María Gómez cree que «hay que potenciar mucho las habilidades que tienen las jóvenes, cultivar la seguridad en sí mismas». En opinión de Carolina González, «las redes sociales pueden ser aprovechadas para transmitir a ese público joven, femenino que si nosotras hemos podido, ellas también». Sara Gómez lamentó que al decir que la tecnología ayuda a la mujer a conciliar su vida familiar se está asumiendo que tiene un rol diferente al del hombre. «No estamos haciendo un tratamiento quirúrgico, sino medidas paliativas». Desveló que en un estudio, aún abierto, se están comparando las decisiones que toman las niñas cuando están en un entorno solo femenino, y en colegios mixtos. En el primer caso, el 63% eligen carreras de ciencias y tecnologías. En el caso de colegios que comparten con chicos, solo el 30%. «En el entorno de los niños de 9, 10, 11 años, ya están repartiendo esos roles. Es tremenda esa influencia».

«A lo mejor destacan más los niños en matemáticas a esas edades», planteó Pilar Torres. «Tengo que discrepar de eso. Las chicas sacan mejores notas en esa etapa», replicó Sara Gómez. «Quizá ellas tengan mayor desconfianza». «Pero, ¿es que se nace con desconfianza?». «Las niñas tienen complejos a esa edad», insistió la directiva de Microsoft. Por ello es necesario desarrollar mucho la confianza; potenciar mucho las habilidades que tienen y fomentar aquellas que las ves más flojitas», concluyó la consejera de la Real Academia de Ingeniería.

¿Qué consejos darían a las jóvenes? Entre otros: «Ser valientes y rodearse de gente que potencie sus habilidades»; «Creer en lo que quieren hacer»; «No tengas miedo, apuesta por liderar en el ámbito digital»; «No veas el trabajo como una carga, vívelo con pasión»; «Haz Ingeniería. Si quieres, puedes». «La curiosidad no tiene género».