Hazte premium Hazte premium

¿Quiere un tren turístico con dos vagones y cabeza tractora? Así funcionan las subastas públicas

Varios organismos celebran subastas públicas periódicamente. Se pueden adquirir bienes a precios muy por debajo del mercado, pero también hay riesgos

¿Quiere un tren turístico con dos vagones y cabeza tractora? Así funcionan las subastas públicas abc

p. a.

Proceden de embargos, de operaciones antidroga , de ejecución de deudas de la Seguridad Social , de herencias que se queda el Estado, decomisos, de objetos abandonados... Son terrenos, locales comerciales, chalets, tractores, pisos, o trenes turísticos con dos vagones y cabeza tractora (como es el caso de una subasta de una subasta que tendrá lugar en Cáceres el 30 de marzo de 2015, para cubrir una deuda de 70.620 euros).

Sí, son bienes procedentes en muchos casos de desgracias personales, de negocios fallidos y vidas complicadas. Son las subastas públicas.

Para saber cómo acercarse a un planeta en el que abundan los subasteros profesionales y salir bien parado hay que tener en cuenta varios conceptos: el más importante, constancia y prudencia.

Estado de los bienes

Para empezar, cualquier persona puede optar a la adquisición de estos bienes que ponen a disposición, paulatinamente, juzgados , Seguridad Social , Hacienda o el Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre Drogas . Aquí es donde llega la prudencia. Pongamos que el bien deseado es un vehículo de alta gama que la Policía -esta es la información no pública- ha interceptado en Algeciras a un tipo que pretendía pasar varios kilos de una sustancia estupefaciente en el sistema de refrigeración. Usted lo ignora, porque podrá ver el vehículo y su descripción, pero puede que uno de los detalles del caso supuesto -o puede que sí- no venga en esa descripción: el coche ha sido despojado de ese sistema de refrigeración donde se alojaba la droga.

No se asuste, no es el caso habitual, pero ocurre. Puede que el coche no arranque -no le dejarán comprobarlo antes de la subasta-, es habitual que no existan llaves del mismo y muy habitual -mucho- que no arranque por un tema menor: la batería se ha gastado tras pasarse unos cuantos meses en algún depósito judicial, policial o de otra índole.

Ocurre, generalmente, todo lo contrario. Las subastas sirven para adquirir bienes a precios muy inferiores al mercado. Muebles e inmuebles y hay tiempo suficiente como para comprobar si tienen cargas (que se sumarán al precio por el que se adquiera el bien), inquilinos (en caso de bienes inmuebles) o defectos irresolubles.

Cada organismo tiene su sistema particular, pero en general coinciden en una serie de reglas para optar a bienes en subasta pública. Para empezar cualquier ciudadano puede pujar. En algunos casos (Hacienda es quien mejor lo facilita) por internet.

Para optar a un bien concreto se debe depositar un porcentaje de su valor, generalmente entre un 10 y un 30 por ciento dependiendo del bien de que se trate. Dicho depósito será devuelto en caso de que no se adquiera el bien. Existe un porcentaje de penalización, que solo se aplica en el caso de que un comprador renuncie a la puja que se le ha adjudicado.

¿Cuáles son los precios?

Los precios de casas, coches u otros bienes suelen corresponderse con el importe que la persona a quien se ha embargado ese bien debe al organismo correspondiente. También hay una valoración real de dicho bien. Pero esto no supone que se tenga que partir de esa cantidad para quedarse con ello. Por ejemplo, un terreno que salga a subasta por 100.000 euros no exige esa cantidad como mínimo. En algunos casos, de hecho, se establece un mínimo que marca el precio de salida, muy por debajo de su valoración.

Por el terreno antes citado se puede ofrecer un euro si no existe un suelo marcado inicial -el 90 por ciento de subastas no marcan mínimo- a partir de ahí se aumentará la puja en tramos concretos (es decir, de 1000 en 1000 euros, de 5.000 en 5.000, de 300 en 300... Según se indique), hasta la mayor oferta presentada.

Presencial, por internet, oferta máxima...

Todas las subastas públicas se hacen de manera presencial, pero hay modos de pujar virtualmente. Si se opta por hacerlo vía internet, se sigue en directo desde el ordenador o se marca un precio máximo. Es decir, si uno está dispuesto a pagar 6.000 euros por un vehículo cuya valoración es de 14.000 y los tramos establecidos de 500 y decide hacerlo de forma automática, cada vez que alguien suba un tramo, automáticamente se subirá al siguiente con su -de usted- oferta, hasta llegar a 6.000 euros. Si alguien sube al siguiente tramo, 6.500, usted renuncia, todo ello mientras hace otra cosa ajena a la subasta.

En cuanto a qué se puede encontrar, estos son algunos ejemplos en próximas subastas: Velero de recreo de 12 metros de eslora (valorado en 120.210,53 euros); local en Costa Teguise con vivienda, y dos locales, uno de ellos alquilado como restaurante (332.304,69, con cargas pendientes, al margen de la subasta de 37.715,63 euros); un lote de mobiliario de hostelería (Mesas y sillas de alumnio, mesas de formica blanca, rectangulares y cuadradas, sillas blancas de madera, cafetera, máquinas varias, molinillo de café), por 4.453,50 euros, o un Mercedes S 420 CDI, valorado en 31.314 euros. Todo ello, a disposición de quien se atreva y tenga la suerte, en las páginas enlazadas a la derecha.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación