La economía cotiza al alza en la formación de los políticos

Los currículos reflejan el cambio de perfil. En 2011, ninguno de los cabezas de lista entre los partidos que obtuvieron representación en el Congreso de los Diputados tenía formación económica universitaria. Alfredo Pérez Rubalcaba (63 años), anterior candidato socialista, es doctor en Química y tiene plaza de profesor titular en la Universidad Complutense de Madrid, en la que ahora ejerce. Mariano Rajoy (59 años), que repetirá este año como candidato del PP se licenció en Derecho y sacó las oposiciones a registrador de la propiedad.

De cara a los comicios de 2015, Pedro Sánchez (42 años) cursó Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, hizo un Máster en Política Económica de la UE por la Universidad Libre de Bruselas así como otro Máster en Integración Económica y Monetaria Europea. Alberto Garzón (29 años) se licenció en Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga y posteriormente cursó un Máster de Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense.

El perfil que suele copar los altos cargos de los partidos era el de licenciados en Derecho. Es el caso de Adolfo Suárez; Felipe González (72 años), abogado; José María Aznar (61 años), inspector de Hacienda o José Luis Rodríguez Zapatero (54 años), docente de derecho constitucional. Del lado de Izquierda Unida, ni Cayo Lara (63 años), agricultor, ni Gaspar Llamazares (57 años), médico, tienen formación económica.

En el extranjero también se repite la constante de las leyes. Algunos reconocidos licenciados en Derecho son el presidente de EE.UU., Barack Obama, el primer ministro italiano, Matteo Renzi o el mandatario ruso, Vladimir Putin.

Entre los candidatos a las generales en España una excepción fue Joaquín Almunia (66 años) quien se presentó a las elecciones generales de 2000 al frente del PSOE. El bilbaíno estudió Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad Comercial de Deusto y entre 1972 y 1975, fue economista en la Oficina de las Cámaras de Comercio Españolas en Bruselas. Su predecesor, Josep Borrell (67 años), también se formó en la materia, ya que es doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid.

Tras la Gran Recesión, la disciplina se introduce lentamente en España. «Se observan coincidencias pero los economistas que están en la elite política no llegan al 3%. Lo normal es encontrar dos tipos de profesiones o bien profesores o profesionales del derecho», describe Xavier Coller, catedrático de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide.

Del lado docente provenía el excoordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, que se licenció en Historia. Según un estudio de Coller junto a Andrés Santana, de la Universidad Mayor de San Andrés, y Antonio M. Jaime, de la Universidad de Málaga, las profesiones más repetidas entre los diputados de parlamentos autonómicos elegidos entre 1980 y 2011 son las de profesor (21,1%), abogado (17,1%) u otras profesiones liberales (17,5%).

En las próximas elecciones autonómicas y municipales habrá pocos economistas. Algunas excepciones son el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas (59 años), o el candidato por el PSOE a la alcaldía de Madrid, Antonio Carmona (52 años).

Entre los partidos emergentes, ni Pablo Iglesias (36 años) ni Albert Rivera (35 años) tienen formación económica. Mientras el primero se doctoró en Ciencias Políticas, el líder de Ciudadanos se licenció en Derecho. Sin embargo, ambas formaciones políticas han realizado fichajes sonados de economistas para moldear sus propuestas.

Esta semana, Ciudadanos presentó su programa económico, elaborado por Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics, y Manuel Conthe, expresidente de la Comisión Nacional del Mercado Valores con un auditorio lleno.

Algo parecido ocurrió hace unos meses cuando Podemos presentó sus medidas económicas, diseñadas por Vicenç Navarro y Juan Torres. El primero es catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra y excatedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Por su parte, Juan Torres es catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Sevilla. Por ejemplo, esta estrategia de contar con reconocidos economistas en campaña electoral se ha dado en Grecia con Syriza y el ahora ministro de Finanzas, Yanis Varufakis.

Del lado del PP y del PSOE, también asoman otros cerebros económicos. En el primer caso tenemos a Álvaro Nadal, brazo derecho económico de Rajoy y jefe de la Oficina Económica de La Moncloa, que estudió Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales por Icade y realizó cursos de doctorado en Economía Internacional y Organización Industrial en la Universidad de Harvard.

En la bancada socialista, está el secretario económico del PSOE, Manuel de la Rocha, licenciado en ciencias empresariales y Máster en Política Económica por la Universidad de Columbia en Nueva York. También aparece Juan Moscoso, portavoz socialista de Economía del Congreso. En su caso es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, complementó su formación en el Colegio de Europa y es Diplomado en Economía por la Universidad de Kent.

«El hecho de que cada vez más los partidos estén apostando por sonados fichajes en el ámbito de la economía está estrechamente relacionado con que los temas económicos están a la cabeza de las preocupaciones de la gente», sostiene Daniel Ureña, Socio & Director General de MAS Consulting, y bloguero de ABC.es. Un factor que explica este fenómeno es el mayor conocimiento de la economía por parte de la ciudadanía tras la crisis.

En el último barómetro del Centro de Investigación Sociológica (CIS) del pasado mes de enero, entre las preocupaciones de los españoles, estaban el paro (un 79,4% de los encuestados lo citó entre las tres primeras), la corrupción y el fraude (55,5%) los problemas económicos (24,5%) así como los políticos en general (21,8%).

«Cada campaña gira en torno a a un tema, que depende del contexto social, político e histórico del momento. En la reciente historia de España, no siempre la economía ha sido el eje central de las campañas: la lucha contra el terrorismo; las conquistas sociales; el deseo de cambio, etc. han marcado las elecciones», analiza Ureña.

Esta mezcla de descontento con los políticos y preocupación por la economía pueden explicar el cambio de perfil en la formación de las elites políticas. «Los economistas que están ocupando posiciones de liderazgo son todos jóvenes. Puede que estemos asistiendo a una renovación de la elite política en la que comience a surgir un grupo cada vez más numeroso de economistas. Probablemente la política requiera menos de los profesionales del derecho, de los profesores y necesite un componente de la visión que puede tener un economista. Nadie duda que hoy día la economía manda», sostiene Coller.

La duda es si este ascenso de economistas a la primera línea de la política se mantendrá o irá ligada exclusivamente a la crisis. Narciso Michavila, presidente de GAD3, cree que es coyuntural. Xavier Coller contrapone que la tendencia viene para quedarse.

Los efectos crecientes de la globalización han provocado que este interés por la economía sea predominante en todo el planeta. «Es una tendencia que se produce en más países desde principios de siglo», apunta Coller.

Dos ejemplos de economistas que han llegado a lo más alto en política son la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, o el primer ministro canadiense, Stephen Harper. En los últimos comicios alemanes, el candidato socialdemócrata fue el antiguo ministro de Finanzas, Peer Steinbrück. «En España, más que mucho economista, tenemos mucho teórico de la economía. Ninguno ha montado una compañía o ha sido empresario», puntualiza Narciso Michavila. En los últimos años, en el PP está el caso del expresidente de Endesa, Manuel Pizarro, quien se presentó como número dos junto a Rajoy en las elecciones de 2008.

En EE.UU. esta situación es más usual. Un ejemplo es Mitt Romney, candidato del Partido Republicano a las elecciones de 2012, que fue consejero delegado de la consultora Bain & Company. Otro caso es el de Michael Bloomberg, fundador de la compañía financiera que lleva su apellido, y que fue alcalde de Nueva York entre 2002 y 2013.

«Una de las carreras que está teniendo más éxito en el mundo, aunque no tanto en España, es Política, Filosofía y Economía (PPE, por sus siglas en inglés). Aquí ya se implanta en universidades como la Autónoma de Barcelona, la Autónoma de Madrid y la Carlos III. Es un indicador de que la economía entra a formar parte del mundo de la política», abunda Coller.

En el extranjero, algunos de los principales dirigentes del mundo han cursado esta disciplina mixta. Es el caso del primer ministro británico, David Cameron, su homólogo australiano, Tony Abbott o el líder del partido laborista de Reino Unido, Ed Miliband.

¿Puede haber un auge de las Ciencias Políticas entre los dirigentes españoles liderados por Pablo Iglesias? La carrera también es interdisciplinar. En Francia, por ejemplo, existen las prestigiosas «grandes écoles», que a través de la red de Institutos de Estudios Políticos y la Escuela Nacional de la Administración, han formado a presidentes como JacquesChirac, Nicolas Sarkozy o François Hollande. Coller rechaza que esto pueda producirse en España por la falta de establecimientos

«Los partidos necesitan combinar tanto perfiles políticos como técnicos, ya que la clave en la política no es sólo la gestión, sino también el ámbito de las ideas, los valores y los principios», reflexiona Ureña. «La visión de un economista cada vez es más necesaria para tomar decisiones. Tratar problemas económicos en discursos es más fácil si tienes formación. La población se da cuenta de ello», asevera Coller. Tras años de crisis en los que la economía se ha colado a marchas forzadas en la sociedad, para las próximas elecciones muchos votos comenzarán a decidirse desde el bolsillo.