COPA CONFEDERACIONES
Copa Confederaciones: Balotelli y Neymar, vidas de vértigo
Estrellas futbolísticas, iconos publicitarios y padres prematuros, este sábado coinciden en un apasionante Brasil-Italia
DANIEL GARcÍA MARCO
Apenas superan los 20 años, pero el italiano Mario Balotelli y el brasileño Neymar ya han tenido tiempo de protagonizar la portada de la revista «Time», de ser las grandes estrellas del fútbol de sus países y millonarios iconos sociales que ... imponen peinados y posturas y hasta de ser padres «por accidente ».
Quizás por tanto paralelismo, Balotelli, de 22 años, y Neymar, de 21, han forjado una amistad con apenas un amistoso en Wembley y con unos «tuits» con los que se desean suerte. No lo harán este sábado, cuando ambos se enfrenten en el Brasil-Italia (21.00 horas) que decidirá la primera plaza del Grupo A de la Copa Confederaciones , en la que ambos han sumado dos goles.
«Boa sorte, hermano», escribió el italiano al brasileño antes del partido de debut ante Japón. «Balotelli es un jugador al que admiro mucho y nos hemos hecho incluso amigos después del partido con Italia (amistoso en Wembley en marzo). Es un gran tipo, a quien siempre he visto jugar y admiré por lo que hace en la cancha. Es una excelente persona y le deseo suerte en la competencia, salvo frente a Brasil», afirmó Neymar.
Ambos ya han quedado para pasar parte de sus vacaciones juntos tras la Confederaciones con sus respectivas parejas, según anunció la novia de Balotelli, Fanny Neguesda , la «showgirl» que hace que el delantero del Milán ya no quiera mirar a otras mujeres. Neymr , por su parte, mantiene una relación con la actriz de telenovelas Bruna Marquezine, de 17 años.
Hijos con anteriores parejas
Tanto uno como otro tienen sendos hijos de efímeras relaciones anteriores. Mientras a David Lucca, de dos años, se le ha visto frecuentemente en la cancha del Santos, el reconocimiento de la paternidad de Pía por parte de Balotelli fue más complejo, como todo en la vida del atacante del Milán.
Y es que los carácteres de ambos son dispares . Mientras que Balotelli es el «bad boy» que facilita el trabajo de los medios, Neymar, ya sin crestas ni colores en el pelo, ha adoptado el papel de chico bueno, de hijo que todas las madres querrían para sus hijas. El brasileño ha recibido lecciones de cómo responder a los periodistas y tras alguna salida de tono pasada parece ya «domesticado» por los expertos en relaciones públicas. Las 12 empresas que patrocinan a «Neymarketing» así lo imponen definiendo el concepto de qué es ser «un ejemplo».
Neymar ha optado por la sonrisa, por una mayor disponibilidad a los periodistas y al público tras los partidos en las Confederaciones, mientras que Balotelli prefiere callar para evitar la agitación que provoca cada vez que abre la boca o pone sus dedos en el iPhone para escribir en twitter. Será más difícil domesticar al italiano, llamado a liderar l a nueva Italia de Cesare Prandelli , presión escasa comparada con la de Neymar, señalado para comandar a Brasil en el Mundial en casa el año próximo.
Más allá de su rendimiento en la cancha y de lo que generan fuera, ambos han mostrado un perfil solidario que completa su concepto de personajes globales. Balotelli se reencontró el jueves en el entrenamiento de Italia en Salvador de Bahía con Marcio, el director de un proyecto que ayuda a los niños en la favela Mata Escura de la ciudad bahiana con el que colabora el italiano. «Supermario» ha viajado en dos ocasiones previas a la ciudad que mañana acoge el duelo.
La fundación de Neymar , por su parte, ha repartido filtros de agua a los barrios más desfavorecidos de las ciudades de la Copa Confederaciones, y el delantero se ha puesto sin titubeos del lado de los manifestantes que reclaman un Brasil más justo. «Yo soy brasileño y amo mi país. Tengo familia y amigos que viven en Brasil. Por eso también quiero un país más justo, más seguro, más saludable y más honesto», publicó en la red social Instagram el futuro delantero del Barcelona.
El duelo de este sábado servirá para cimentar la relación y el futuro duelo entre dos estrellas llamadas a alumbrar el fútbol europeo de clubes y el Mundial de 2014.
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