La torería de Curro Díaz en la confirmación de David Galván
Los toros de La Palmosilla son pobres de casta y fuerzas
ANDRÉS AMORÓS
Esta tarde, los domecqs de La Palmosilla unen la flojedad con la mansedumbre. Confirma la alternativa (el primero de San Isidro) David Galván. El toro tardea pero luego embiste con cierta nobleza. Se luce el confirmante en algunos naturales pero sufre una voltereta y varios ... sustos. Luce buenas maneras pero insuficiente mando. Mata a la segunda: recibe una cariñosa ovación.
Brinda el último al Juli y aguanta con firmeza pero el toro se para por completo: porfía inútil. Y mata mal.
El comienzo de la faena de Curro Díaz rezuma torería, ilusiona, encadena con naturalidad muletazos estéticos: es el momento mejor de la tarde. Pero el toro se queda corto y el diestro falla al descabellar. El cuarto se duerme en el caballo. Un diestro avezado como Curro Díaz no tiene problemas con una res que exige tan poco pero no puede lucirse. Mata bien Curro.
Lidia bien El Fandi con el capote, andándole al toro. No acierta en el primer par, clava tres palos en el segundo y aguanta mucho en el tercero, recibiendo un pitonazo en el pecho. Comienza de rodillas; se suceden los muletazos voluntariosos, sin relieve. A la altura del quinto, la tarde ha caído en el sopor. Intenta animarla El Fandi con cuatro pares de banderillas y la carrera final. A la muleta llega corto y flojo, el trasteo carece de interés.
(Lea la crónica completa en la edición impresa de ABC y en Kioskoymas)
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