Suscríbete a
ABC Cultural

Crítica de teratro

«Spam», añicos del pasado

Rafael Spregelburd y Zypce ofrecen un formidable espectáculo que es una laberíntica acumulación de datos, información, animaciones, sonidos, imágenes, canciones, ficticios reportajes televisivos y hasta sombras chinescas

Rafael Spregelburd en «Spam» HERNÁN CORERA

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN

Una ópera hablada. Así define Rafael Spregelburd el fenomenal artefacto que ha titulado «Spam» , como esa basura virtual que se agolpa en las bandejas de entrada de las direcciones de correo electrónico, un maremágnum de ofertas para hacerse rico, milagrosos remedios salutíferos, tentaciones ... pornográficas e innumerables posibilidades de convertir la vida en un paraíso apenas con un clic. Su formidable espectáculo es así una laberíntica acumulación de datos, información, animaciones, sonidos, imágenes, canciones, ficticios reportajes televisivos y hasta sombras chinescas, en la que un Teseo sin memoria se busca a sí mismo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia