Hazte premium Hazte premium

Pablo Martín Sánchez y su tocayo anarquista

Acantilado publica «El anarquista que se llamaba como yo», recreación de la intentona revolucionaria de 1924 contra Primo de Rivera

sergi doria

Se llama Pablo Martín Sánchez. Escritor, corrector, traductor y librero, tecleó un día su nombre en Google y, de entre una larga lista, surgió otro Pablo Martín Sánchez, anarquista, periodista y tipógrafo condenado a muerte en 1924 por su participación en la invasión de Vera de Bidasoa junto a un centenar de camaradas. Documentada por Pío Baroja en “La familia de Errotacho”, aquella intentona contra Primo de Rivera, se gestó en los círculos del exilio de París y contó con el apoyo de un Blasco Ibáñez convertido en icono republicano y de los cenetistas Durruti y Ascaso. Al final, el escritor valenciano se desmarcó de la operación, que acabó con dos guardias civiles muertos y los anarquistas detenidos rumbo al garrote vil.

abc

Las pesquisas llevaron a Martín Sánchez hasta un geriátrico de Durango. Allí estaba internada una sobrina de su tocayo anarquista que aportó documentación para “El anarquista que se llamaba como yo” (Acantilado), novela barojiana sobre los hombres de acción en la España del primer tercio de siglo XX. Puestos a esbozar un retrato-robot del protagonista, el autor no duda en calificarlo de antihéroe: “No quería hacer la revolución, se ve casi obligado a hacerla y acaba siendo víctima de esa revolución en la que no creía: Martín Sánchez se mete en la aventura de Vera de Bidasoa engañado y no es descartable que su grupo estuviera infiltrado por elementos afines a la Dictadura: con la captura y condena a muerte de los revolucionarios, Primo de Rivera quiso dar ejemplo de mano dura”.

El comando anarquista pasó por delante de la casa de los Baroja en Itzea, pero el escritor no estaba presente en aquel momento que noveló en “La familia de Errotacho”. Martín Sánchez se declara barojiano desde la adolescencia, cuando en un viaje en auto-stop por España se llevó consigo las memorias del escritor vasco. Que su tocayo sea anarquista y muestre cierta comprensión hacia él no supone afinidades ideológicas: “El proyecto anarquista no ofrece posibilidades políticas reales y hoy es un movimiento pacifista y antisistema: si Martín Sánchez hubiera sido uno de los dos guardias civiles muertos en Vera de Bidasoa, también me habría interesado”, concluye.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación