Brecht Evens: «Puedo ser preciso y legible, pero también brumoso y sugerente»

En esta ocasión, la historia salta del paisaje urbano al campo, donde se relatan las extrañas vicisitudes de un pintor en una feria de arte celebrada en un pequeño pueblo. Los detalles de la naturaleza, como él mismo explica, están inspirados por artistas clásicos.

Al igual que en «Un lugar equivocado», en «Los entusiastas» cada personaje tiene un color diferente. ¿Reflejan la personalidad de cada uno?

Sí, a menudo es así. Un verde ácido para Pieterjan, nuestro protagonista, bebé-rosa y rojo para el personaje de Kristof con su excedente de calor humano, y así sucesivamente...

¿Cómo fue el proceso hasta que llegas a este estilo tan original de realizar las viñetas? ¿Qué método empleas? ¿Sentías que un método más tradicional no te servía para expresar tus ideas?

Solía dibujar en el típico estilo de cómic. A continuación, en el último año de la escuela de arte, busqué alguna forma de movimiento y la experiencia real de un lugar urbano muy concurrido, y me topé con este estilo acuoso, con acuarelas y pocas líneas de lápiz, y de sabotear mi control del dibujo haciendo formas inexplicables. Y sí, de esta manera tengo un espectro mucho más amplio de cosas para mostrar: puedo ser muy preciso y legible, pero también muy brumoso y sugerente. A menudo, las dos cosas suceden en el mismo plano.

En el primer libro dibujé el ajetreo y el bullicio de la ciudad por la noche. En el segundo, he querido reflejar la naturaleza, a veces en una forma tranquila, antigua o medieval, y a veces de manera amenazante y agresiva, orgánica, en donde se puedan casi oír los zumbidos de los insectos.

La historia de «Los entusiastas», ¿tiene algo de observación de alguna experiencia semejante? ¿Has estado en alguna feria de arte parecida?

Un día un amigo me habló de su participación en un pequeño festival de arte, y toda la historia es una extrapolación extrema de esa anécdota.

Uno no sabe muy bien qué pensar de Pieterjan, el pintor que es toda una personalidad en el pueblo. ¿Refleja a un tipo común de artista?

Pieterjan aporta inspiración y desastres a la pequeña aldea donde se desarrolla la historia. El lector puede pensar de él lo que quiera, pero si se lee bien el desarrollo de la narración, uno no puede evitar identificarse con el protagonista, o por lo menos simpatizar con él.

Sorprenden los dibujos de los paisajes. En alguna ocasión has comentado que buscaste documentación para realizarlos. ¿Qué artistas te han inspirado? ¿Henri Rousseau?

Sí. Y el gran acuarelista Charles Burchfield , quien pintó paisajes que efectivamente tienen movimiento, y en ellos y suena el zumbido de los mosquitos alrededor de un pantano. También en la pintura medieval y tapices, y David Hockney.

Tu primer cómic era muy urbano. Este muy campestre. ¿El tercero?

El siguiente se desarrollará casi en su totalidad en el dormitorio de una niña.

¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de las reacciones de la crítica/público a tus cómics?

Quizás que pueda parecer algo muy novedoso, cuando realmente está inspirado, en su mayor parte, en pinturas y dibujos que tienen un siglo o más de antigüedad.

¿Cómo ves la situación del mundo del cómic? ¿Cómo se enfrenta a los retos de la edición digital, la crisis...?

Gracias a internet , los autores están menos a merced de los grandes editores. En cuanto a los efectos de la crisis, es difícil para mí decirlo. La crisis llega realmente ahora. En Bélgica, por ejemplo, la fábrica de Ford ha cerrado en mi región (Limburgo), y se traslada a Valencia . Bueno, como se dice, «el muerto de uno es el pan del otro»...