Ariadna Gil: «Mi desconexión es consecuencia de lo que le pasa al cine español»

«He estado mucho tiempo sin rodar aquí. He rodado fuera en producciones danesas, canadienses... pero hacía mucho que no hacía una película española», continuaba la actriz. En «Sola contigo», María Teresa es una mujer de éxito profesional que vive en Buenos Aires, pero que en medio de una profunda depresión intenta reconectarse con su pasado. Concretamente, con las hijas que ahora están bajo la custodia de su exmarido. «Tenía que entender qué le pasaba a esta mujer. Qué significa la depresión, cómo ve el mundo alguien que está en ese lugar, que no pide ayuda... ¡que le falta valor para pedir perdón!». Pero la película es también un thriller, que sigue los derroteros de una investigación policial conducida por el inspector Esteban Fuster (Leonardo Sbaraglia), y la trama mezcla ese género policíaco y la depresión de la protagonista. «Como la película es un thriller, y todo está contado en ese formato, tuvimos que hacer que casaran bien las dos partes. Por un lado el viaje infernal que vive el personaje... y por otro lado toda la acción», explicaba la intérprete.

Más recursos para el cine

Ariadna Gil, que en «Sola contigo» muestra un acento híbrido entre el español de España y el de Argentina, se declara pesimista en torno a la viabilidad de nuestro cine. «Es un momento muy dramático. Las películas se seguirán haciendo, pero en unas condiciones totalmente injustas para los que trabajan en esta industria. Además están la subida del IVA y la incapacidad de controlar la piratería, te metes en internet y ves que siguen las páginas de descargas con mucha facilidad. ¿Por qué este ensañamiento?», se pregunta.

«Los momentos malos te hacen mucho más creativo, y de las crisis salen grandes cosas por la falta de recursos. Se está demostrando con muchas películas muy pequeñas, o rodadas de forma distinta, o con medios muy precarios. Son películas preciosas y que cuentan cosas, y la misma precariedad lleva a los directores a descubrir otra forma de rodar. Pero yo creo que eso no puede ser la normalidad», opina Gil.