Luis Venegas: «La duquesa de Alba es una de las mujeres más elegantes del mundo»
Este joven editor de revistas de culto tiene a iconos de Hollywood y de la moda comiendo de su mano
Editor, director creativo de moda y pinchadiscos son algunas de las profesiones que podemos encontrar en el curriculum de Luis Venegas (Vitoria, 1979). Aunque también podríamos añadir oficios menos convencionales como el de «provocador incombustible» o «niño terrible» de los círculos «fashionistas» internacionales. Y es que, a sus 33 años, ya puede presumir de ser el creador de tres revistas de culto –«Fanzine 137», «EY!» y «Candy»– que cuentan con el apoyo de famosos de Hollywood como Tilda Swinton , James Franco o Chloë Sevigny y que se agotan en cuestión de horas (esos mismos ejemplares se subastan en eBay por más de 500 euros).
Venegas ha trabajado con algunos de los mejores diseñadores (Thierry Mugler, Sybilla), fotógrafos (Bruce Weber, Terry Richardson), artistas (Juan Gatti, Pedro Almodóvar) y marcas de lujo (Loewe, Carolina Herrera), aunque su verdadero orgullo es la colección de 10.000 revistas de moda que ha reunido desde que tiene 13 años . Ahora presenta algunos de esos extraños ejemplares de cabeceras desaparecidas en la exposición «Fanzine 137, 19.137, My Magazines» en la tienda Loewe de Gran Vía 8, hasta el 31 de octubre.
— Esta exposición es un homenaje a la edición impresa. ¿Las revistas de papel ya son historia?
—Las revistas llegan siendo historia desde que nacieron, porque forman parte del colectivo cultural. Volver a revisar páginas de revistas te ayuda a ubicarte en un momento de la Historia. Ahora, si te refieres a si el papel ha quedado obsoleto con la llegada de Internet, pues no lo creo. Los medios digitales son estupendos por la inmediatez que tienen, pero la edición impresa ofrece un plus, un valor añadido que aporta un montón de personas pensando en cuál es el mejor contenido para mostrar en una página y cuál es la mejor manera de que se vea bonito. Por ahora ese aspecto se descuida en la edición digital.
—Mientras muchas publicaciones impresas desaparecen, usted edita tres cabeceras diferentes que se agotan en cada número. ¿Cuál es su secreto?
— Mis revistas son para una élite cultural que es fan del producto que estoy ofreciendo, por eso sobreviven.
—Ahora, con Internet y los blogs, cualquiera puede ser periodista de moda. ¿Cómo vive este fenómeno?
—Puede sonar duro, pero veo mucho advenedizo en el mundo de la moda actual. Entiendo que tiene que ver con la juventud y el descaro. Muchos jóvenes se lanzan a escribir opiniones infundadas y encima expresadas con errores ortográficos y gramaticales. Ciertamente este trabajo se ha vuelto muy atractivo para los principiantes. Cuando estudié moda en Barcelona no había mucha gente interesada en ésto, ahora es un boom. Supongo que es fruto del «efecto Anna dello Russo» (en referencia a la excéntrica editora del «Vogue» japonés) y de su payasismo editorial.
—Su campaña para la Colección Oro de Loewe fue todo una polémica, enseñanado a una generación que ya se conoce como «los superguays»...
—Ese spot forma parte de la historia y de la histeria de España. Estoy muy contento de haber participado en un proyecto tan bonito y exitoso. Fue un trabajo muy pop, aunque no entendí por qué tanto revuelo. Juan Gatti me dijo: «Ésto acrecenterá tu leyenda» (risas). Pero no te voy a decir si buscábamos o no crear polémica.
Éxito temprano
Tras estudiar diseño de moda en Barcelona, Venegas fue fichado para trabajar en el taller de Thierry Mugler en París. «Fue mi primer trabajo como becario. Junto a José Miró nos encargábamos de la colección de guantes. Thierry siempre fue encantador», dice. Tras siete meses, regresó a España. Y conoció a la diseñdora Sybilla, con quien colaboró durante seis años. «Después de Balenciaga, Sybilla es lo único importante y digno de mencionar que ha sucedido en la moda española a nivel creativo». En 2004, inició su aventura editorial.
—En sus revistas rinde tributos a icono de la cultura pop como Barbra Streisand. ¿Qué tal se lleva con los iconos locales como Belén Esteban?
—Belén Esteban no me parece un modelo a seguir. Reconozco que no me asusto con un personaje como ella. La cultura basura no deja de ser cultura y hay que valorarla en su justa medida. Pero se le debería ofrecer más cosas al público. No estaría mal que la gente que sabe quién es Belén Esteban también supiera quién es Diana Vreeland.
—¿Se pueden hacer productos masivos de calidad?
—Cuando yo era pequeño era fan de «Fortunata y Jacinta», una serie que fue súper masiva pero que estaba basada en una novela de Pérez Galdós y con Ana Belén de protagonista. Creo que podemos aspirar a ese tipo de cosas.
—¿Con qué famoso español le gustaría trabajar?
—Con Nati Abascal, es un súper icono nacional. La gente cree que es frívola, pero en verdad es muy trabajadora. También me gusta mucho la duquesa de Alba. Siempre dije que es una de las mujeres más elegantes del mundo. Ahora ya me toman en serio, pero solo porque la revista americana «Vanity Fair» la ha incluido en su lista de las mejor vestidas.
— La lista de fotógrafos y artistas famosos que colaboran con usted es impresionante. ¿Alguna vez alguien le ha dicho que no?
—Siempre quise trabajar con Irving Penn. Visité su estudio tres veces pero falleció antes de que pudieramos llegar a hacer algo juntos. La verdad es que nunca nadie me ha dicho que no ... hasta ahora (risas). He tenido mucha suerte.
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