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El optimismo de los «sí-sís»

Algunos jóvenes españoles son afortunados y han relatado a ABC.es su experiencia en compaginar trabajo y estudios

El optimismo de los «sí-sís» blanca pedriza

estefanía magro

La joven sociedad española mantiene el optimismo y la esperanza. Aunque la alta tasa de desempleo derivada de la crisis económica, el fracaso escolar, y el deficiente y obsoleto sistema educativo generan una situación crítica, los españoles ven luz al final del túnel. Tienen claro que ante este panorama lo que hay que hacer es conseguir empleo y seguir formándose; en definitiva, no perder el tiempo.

Ana Isabel Jerónimo Albaladejo , 23 años, vive en Torrejón de Ardoz con sus padres y su hermana. Es licenciada en periodismo y ha hecho un máster en comunicación política. Desde los 18 años ha trabajado todos los veranos como dependienta o promotora para tener cierta independencia económica. En los últimos dos años ha compaginado los estudios con el trabajo. Ha tenido suerte y sus últimos empleos han sido becas relacionadas con su profesión: un periódico de tirada nacional, una agencia de noticias, y el departamento del máster que cursaba.

«Lo máximo que llegué a percibir en una de las becas fueron 360 euros al mes. Lo justo para el abono transporte, salir y algún capricho», expresa Ana. Aunque por un lado se siente privilegiada por haber estudiado lo que quería y haber tenido la oportunidad de realizar prácticas relacionadas con su carrera; por otro siente indignación por «las pocas posibilidades que tenemos hoy en día los recién licenciados para encontrar un empleo decente y que no sea como becario», manifiesta.

Ahora se encuentra en paro, pero no pierde la esperanza, echa currículums en todos los empleos que ve, los que están y los que no relacionados con su profesión. Ana admite que si consiguiera empleo de periodista, no quitaría del CV el trabajo que ha realizado hasta ese momento, independientemente de que no estuviera vinculado con el periodismo porque cree que, de esa manera, el que la fuera a contratar vería que mientras busca el empleo de sus sueños intenta ganarse la vida como puede, en lugar de estar en su casa.

Ante el desempleo, Ana considera que lo importante es mantenerse activo, aprovechar el tiempo en formarse, ya sea en idiomas o cursos, ir al extranjero para aprender inglés, y no dejar de echar currículums.

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio destacó ante los medios de comunicación que la tasa de desempleo es menor cuanto mayor es el nivel de estudios de los trabajadores. Pero no podemos olvidar que el paro juvenil (menores de 25 años) batió otro récord en España, y alcanzó el 53,27 por ciento ; más de 957.000 sin trabajo. Y ha conseguido otra cifra alarmante, y es que el 23,7% de los jóvenes entre 15 y 19 años son «ni-nis» , es decir que ni estudian ni trabajan, según el último informe Panorama de la Educación 2012 de la OCDE.

Amador Moreno , 24 años, comparte piso en Madrid. Lleva más de tres años compaginando su carrera universitaria, ingeniería informática, con su trabajo; es socorrista en una piscina. Aunque sabe que trabajar y estudiar le quita mucho tiempo, considera que la clave está en la organización. Sus ingresos le cubren todos sus gastos mensuales, pero tiene claro que cuando busque trabajo de informático no va a poner en su currículum su trabajo de socorrista porque «las empresas quieren a gente que se dedique exclusivamente al sector en el que trabajan».

Amador cree que las principales causas de que España sea uno de los países con mayor porcentaje de «ni-nis» son dos: la falta de motivación y la pérdida de valores en la educación , porque «los que se están inculcando en la sociedad no son los correctos. Todos somos capaces de hacer grandes cosas, y aunque no tengas muchos estudios, se puede conseguir un gran trabajo».

España ha reducido un 15 por ciento (del 62 al 47) el número de adultos que no tiene más educación que la obligatoria. Pero aún tiene un arduo camino por recorrer, ya que el promedio de la OCDE es del 26 por ciento, y el de la Unión Europea el 24 por ciento.

Además, es el país con mayor tasa de desempleados entre los diplomados de educación universitaria, y el segundo entre los que han superado estudios de secundaria superior y postsecundaria no universitaria, según el último informe Panorama de la Educación 2012 de la OCDE.

Natalia San Andrés , 24 años, vive en Guadalajara con sus padres. Desde que comenzó la diplomatura de magisterio en educación infantil, hace cuatro años, trabaja de dependienta en una tienda de ropa. Ahora va a comenzar un postgrado sobre psicomotricidad y seguirá compaginando el trabajo con los estudios. Aconseja a todo el mundo que esté buscando trabajo seguir en formación e irse al extranjero.

Natalia cree que la diferencia entre los jóvenes desempleados y los «ni-nis» es la actitud, ya que éstos «prefieren vivir su vida sin asumir esas responsabilidades» . Y considera que la situación familiar y la implicación en la educación es influenciable pero no determinante para los «ni-nis».

Raquel de la Peña Sarrión , 24 años, vive desde hace casi un año en Dublín con una familia irlandesa. Comparte casa con un matrimonio y dos niños de 3 y 5 años. Emigró de España para aprender inglés. Es licenciada en periodismo, y desde enero compagina sus estudios con el trabajo. Por la mañana va a una academia, y por la tarde cuida, durante cinco horas, a los dos niños con los que convive. Cobra 100 euros a la semana, pero no paga alquiler, comida, facturas o calefacción. Lo que le pagan lo utiliza para transporte, viajar y comprar algún capricho. La academia la está costeando sus padres.

«Ser aupair (niñera) no es la profesión de mi vida, pero me ha hecho crecer mucho, ya que tienes que pensar en cuidar de alguien más que de ti mismo. Además, los niños me enseñan a diario y aprendo de ellos cada palabra o expresión».

Tiene claro que el mejor consejo que puede dar a alguien que busca trabajo es tener optimismo . «Las cosas no están nada bien, ni en España, ni en Irlanda, pero luchando y poco a poco, siempre se consigue. Con tiempo y esfuerzo, todo lo que queremos, se puede alcanzar. Al menos, si no tenemos trabajo, podemos seguir formándonos en cualquier cosa que nos guste y que complemente a lo que ya tenemos».

«Con tiempo y esfuerzo, todo lo que queremos, se puede alcanzar»

Ahora va a empezar un curso sobre periodismo y escritura en inglés, y va seguir mandando currículums «para seguir creciendo todo lo que pueda» . Aunque reconoce que echa de menos España, sabe que su estancia en Dublín se alargará hasta que consiga su propósito, ser bilingüe, «para eso todavía me queda algo de tiempo».

Raquel piensa que no hay que dejarse llevar por la realidad actual que estamos viviendo. «Hay que seguir con nuestro camino (repleto de piedras) buscando pequeñas cosas que nos aporten algo nuevo a nuestra vida personal y profesional. Porque en cuestión de un tiempo, seremos una generación luchadora que después de un periodo bastante oscuro, al final logró lo que se proponía».

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