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Sorpresa continua

ROSA SANZ HERMIDA

Si algo define el hacer artístico de Sidi Larbi Cherkaoui es la creatividad. En él esta vertiente es el presupuesto básico, fuerza motriz que genera el proceso creativo y lo alimenta de continuo. No hay banalidad ni azar, sí búsqueda. Una búsqueda que indaga en la existencia y sus formas de representación, tan variadas como la vida humana y tan múltiples como las sociedades que la integran. La fusión de lenguajes, recursos expresivos y elementos culturales tan característicos en el trabajo del coreógrafo belga-marroquí responde a este principio: no existe una única posibilidad o forma artística porque no existe una única respuesta al problema planteado, y además hay muchos porqués (y, consiguientemente, muchos «cómos»).

El espectáculo «Dunas», creado con María Pagés, es una buena ejemplificación de estos postulados ético-estéticos. La caprichosa y cambiante orografía del desierto, con sus juegos de luz, sombras y espejismos, constituye un escenario ideal para el juego de preguntas y respuestas, o de preguntas y preguntas, multiplicadas como las dunas. El resultado es el asombro: el espectador permanece pegado a la escena como podría estarlo a una pantalla de televisión, poseído por una misteriosa energía en continuo estado de evolución, de cambio de formas musicales, coreográficas, iconográficas.

Repasando otros trabajos de Larbi Cherkaoui se llega a la conclusión de que muchos elementos usados están presentes en otras coreografías pasadas (pelea de sombras en «Zero degrees»; cantos medievales de inspiración oriental en «Apocrifu»). Tampoco es original en algunos recursos: la mezcla de humor, efectos visuales y movimientos están presentes en la creación contemporánea (p.ej. Philippe Decoufflé). Lo que es absolutamente magistral aquí es su combinación y entrelazamiento, generando continua sorpresa en el auditorio. Hay taconeo (a veces con impronta escocesa), palillos y manteo (sobresaliente a Pagés) y sobre todo movimiento extremadamente dúctil y orgánico (poderosos brazos de Cherkaoui). Y para rematar la genialidad, una música poderosa hecha en vivo y una muy cuidada puesta en escena.

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