Fallaron los oráculos

Con los hígados de las ocas sabiamente manipulados según quien se haga cargo de la factura, ponen todo de color rosa para el PP y bastante negro para el PSOE. Y de esta forma los simpatizantes de ambas ideologías optan por pasar de las urnas y no perder una jornada festiva para disfrutarla en su totalidad, y así a los dos partidos políticos les faltan votos para lograr los objetivos propuestos, el primero, y para mantener algunos diputados más, los segundos.

IU no se fía de las encuestas y sabe a la perfección que entre optimismo y tristeza siempre existen algunas pautas de indecisiones que pueden ir a parar a sus bolsillos. Y ahí quedan los resultados obtenidos.

Lo curioso es que los responsables de los estudios adelantados del porvenir, cuando se equivocan estrepitosamente, jamás piden disculpas ni devuelven los cheques económicos entregados por las profecías, y de ahí que sigan actuando a su bola porque siempre existirán quienes necesitan de sus promesas para no desfallecer en el intento.

Volviendo la vista atrás, muchos estaban convencidos, a través de los sondeos encargados, de que en Castilla-La Mancha triunfaría José María Barreda, y luego el resultado final aupó a otra biografía hasta el triunfo, la de María Dolores de Cospedal, que más tarde fue elevada a los altares nacionales del PP.

Pero las encuestas parece que tienen bula para sobresalir en las desgraciadas equivocaciones. Y en la próxima cita electoral, cuando toque, volverán a pasarse por taquilla con el fin de animar a los paganinis. Saben cómo administrar a la perfección las esperanzas políticas.