Marilyn, el vuelo del colibrí

Hay en la galería londinense desde sus retratos más famosos a imágenes menos conocidas junto a Joe DiMaggio o Arthur Miller . También se la ve montando en un elefante rosa en el Madison Square Garden en 1955 y luego lamentándose en el camerino porque se le había roto el vestido (cosa que era habitual en ella porque cuando cantó el «happy birthday» a Kennedy, el traje que le hizo Jean-Louis se rajó por detrás y, por supuesto, no llevaba nada debajo). Hay fotos de Marilyn jugando con su perro o yendo en bicicleta con Miller. O en el estreno de «Luces de candilejas» (1954). Y haciendo el pino en el jardín o con una negligé roja y encaje negro rodeada de cartas de sus fans tras el estreno de «La jungla de asfalto» (1950). Asimismo, podemos ver a Marilyn en el rodaje de «Vidas rebeldes» (1961) junto a Clark Gable y Montgomery Clift o a Marilyn en el estreno de «El príncipe y la corista» (1957) en Londres.

Las más de 70 fotos se acompañan de 12 vestidos originales de sus películas. Ahí entran en acción los tesoros de David Gainsborough Roberts, uno de los mayores coleccionistas de artículos de Marilyn Monroe. Entre los vestidos, algunos de «Niágara» y el rojo de «Los caballeros las prefieren rubias» , uno de los magníficos de William Travilla, su diseñador de cabecera. A fotografías y vestidos se añaden raras grabaciones en vídeo de la rubia.

En algunas fotos, a Marilyn Monroe se la ve (aparentemente) feliz. Es esa «adorable criatura» de la que hablaba Constance Collier, la maestra de interpretación de Katharine Hepburn, Vivien Leigh, Audrey Hepburn y la propia Marilyn. Según escribió Truman Capote, la Collier le dijo: «No creo que sea actriz en absoluto, al menos en la acepción tradicional. Lo que ella posee, esa presencia, esa luminosidad, esa inteligencia deslumbrante, se perdería en un escenario. Es tan frágil y delicada que solo puede captarla una cámara. Es como el vuelo de un colibrí: solo una cámara puede expresar su poesía». Al colibrí se le puede ver en Londres a partir de mañana.