Horchata, fartons y vestidos

Aprovecho para lanzar a los cuatro (y helados) vientos el nombre de la primera colección de Andra Cora que tiene un nombre que aún no he logrado memorizar: Dopaminérgica. Se presentó en la Casa del Conde de Zanoguera, uno de esos lugares que seleccionaría un scout manager (ese trabajo que todos queremos) para rodar una película. Es un casi-palacio construido en el siglo XVII en el centro de Alboraya. Tiene la elegancia que Andra Cora quiere imprimir a sus propuestas y puede ser, sin serlo del todo, lo moderno que uno quiera. Tan moderno como las modelos que desfilaron, todas blogueras valencianas, entre ellas, Elena Oltra, Andrea Marí, Judith de Aspirante a Miss Divina , Mara de Como una princesa y Raquel de Falda o pantalón .

Las piezas que mostró Andra Cora son escultóricas, con texturas contrastadas, para una mujer osada que recuerda a Lizbeth Salander, la heroína de Stieg Larsson. A base de pantalones pitillos y mucho vestidos. Y de manga larga, lo cual es de agradecer en invierno.

Al terminar se sirvieron fartons y horchata. Puro placer. Como mandan los cánones, mojamos los fartons en el vaso de horchata. No hay que sentirse culpable por ello. Los fartons son poco fotogénicos, pero donde se ponga una buena merienda que se quite el after work , el aperitivo italiano y el brunch . Merendar, qué gran costumbre...