Cameron recibe a Rajoy en plena escalada por las Malvinas

Ayer mismo, el conflicto estuvo muy presente en un debate en la Cámara de los Comunes, donde varios diputados —entre los que figuraba Denis MacShane, ex ministro laborista para Europa— coincidieron en recordar que «las Falklands son al Reino Unido lo que Ceuta y Melilla son a España». Coincidiendo con el 30 aniversario de la Guerra de las Malvinas, el gobierno de Cameron ha ordenado una revisión de sus instalaciones defensivas en este archipiélago del Atlántico Sur y el envío de un destructor, en un gesto que ha irritado a la Argentina. Fuentes diplomáticas insisten en que no prevén que Cameron y Rajoy se enreden en este asunto , que podrían zanjar con un amistoso «acuerdo en no estar de acuerdo» si el asunto surgiera en la rueda de prensa que ofrecerán después de comer.

Lo más probable, según entienden los analistas, es que por un conducto u otro el gobierno británico solicite ayuda al español para impedir que los gobiernos suramericanos se alíen con Argentina en el contencioso. Este mismo jueves, los ministros de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Defensa, Pedro Morenés, participarán en Londres en una cumbre sobre Somalia, una de las cuestiones, junto a Siria, Libia y Afganistán que forman parte de la agenda conjunta de la que, previsiblemente, hablarán hoy los dos líderes.

Rajoy llega una semana después de la visita a Londres del ministro de Economía, Luis de Guindos, quien adelantó el principal dossier que Rajoy traerá en su maletín: explicar la determinación del Ejecutivo que preside de llevar a término las reformas anunciadas . Londres, al socaire de la libre esterlina, se niega a participar en los rescates de las dañadas economías de la zona euro, pero está igualmente sometido a un peligrosos efecto contagio.

España es el séptimo mercado para las exportaciones británicas y el octavo importador a Reino Unido. Existen más de 400 empresas españolas en Reino Unido —Ferrovial es dueña de varios aeropuertos, Iberdrola adquirió Scottish Power y el Santander se hizo con tres bancos locales—, y el Reino Unido es el segundo inversor extranjero en nuestro país. Estos datos, unidos a los densos intercambios turísticos entre los dos países , configuran unas relaciones bilaterales apacibles y amistosas, sin que Madrid sea una prioridad para los gobiernos británicos, y con la salvedad siempre presente del peñón gibraltareño.