Cañete anuncia otro Plan Hidrológico con trasvases de agua «excedentaria»

Consciente de que la cuestión hidráulica es espinosa, Cañete trató de medir sus palabras durante la exposición de los planes de su departamento para la legislatura ante la Comisión de Agricultura del Congreso. No mencionó la palabra «trasvase» en su primera intervención y apeló a la búsqueda de un pacto nacional del agua. Sin embargo, fue al final de la sesión, tras casi cinco horas y a preguntas de los grupos parlamentarios, cuando se mostró de forma nítida a favor de las transferencias de agua entre cuencas. En todo caso, puso como condiciones que se trate de aguas sobrantes y que se respeten los caudales ecológicos mínimos. «¿Alguien cree que si alguien tiene aguas excedentarias en volumen se puede oponer a su trasvase?», preguntó ante los diputados.

Además, el ministro apuntó la posibilidad de contrapartidas para la cuenca cedente, ya que, según dijo, un trasvase «también es rentable para la comunidad y para la confederación hidrográfica, porque por usar el agua se pagan cánones; es decir, que permite hacer más infraestructuras de regadío».

Como parte de su argumentario, Arias Cañete tachó de «catástrofe» la gestión del sistema de desaladoras, la política alternativa al trasvase del Ebro puesta en marcha por el gobierno socialista a través del llamado plan AGUA. Según sus cifras, de las 51 instalaciones de este tipo previstas , «en este momento 17 están en explotación y 15 en construcción». Se han invertido 1.664 millones de euros y hacen falta otros 762 millones para que las ya iniciadas estén operativas, señaló. Además, el coste de producción en el caso del regadío «es muy superior a lo que pueden soportar los costos del sector, que se sitúan en un 0,30 euros/metro cúbico como máximo», por lo que «para hacer viable el uso de las desaladoras hay que acudir a una cadena de subvenciones encubiertas». Para terminar el cuadro, indicó que algunas desaladoras ya terminadas «ni siquiera pueden entrar al servicio al cien por cien, porque carecen de licencias, les falta conexión a la red de agua potable u otras razones». «La técnica de desalación de ha demostrado muy útil en medios muy áridos cercanos a la costa o en aguas salobres y con bajos aportes hídricos, pero medioambientalmente es dudosamente sostenible como base del abastecimiento por su alto consumo energético y los afluentes del alta concentración salina que genera», concluyó.

La diputada socialista Leire Pajín, que intervino en la Comisión para dar la réplica al ministro en los asuntos medioambientales, aseguró que en la búsqueda de un Pacto del Agua «encontrará» al PSOE, pero a renglón seguido advirtió de que los populares «no son de fiar», porque «se han dedicado a dividir a los españoles». «En la Comunidad Valenciana les conocemos bien, les hemos desenmascarado» , añadió Pajín, quien aseguró que su partido «siempre ha garantizado el agua en momentos difíciles».

Entre tanto, El PAR, socio de gobierno del PP en Aragón y miembro del Grupo Popular en la Cámara Alta con tres senadores, advirtió ayer de que el pacto que mantiene con los populares no admite el trasvase del Ebro. De plantearse, la coalición podría estar en peligro y comprometería tres de los escaños que el PP tiene en el Senado, informa Roberto Pérez. El vicepresidente del PAR y portavoz en las Cortes de Aragón, Alfredo Boné, señaló, tras escuchar las intenciones de Cañete, que «la única solidaridad posible es que Aragón vea ejecutadas de inmediato las obras del Pacto del Agua», la lista de embalses que en 1992 se aprobó construir en esta región y que aún no se han ejecutado. «Los aragoneses nunca aceptarán que se resuciten viejas amenazas como la del trasvase », advirtió el vicepresidente del PAR, quien afirmó que «más allá de las opiniones de un ministro», lo importante es que se cumpla el acuerdo de gobernabilidad entre populares y aragonesistas.

Otros grupos ya están pensando en volver a las calles. El diputado de Chunta Aragonesista Chesús Yuste aseguró: «Ya estamos desempolvando las pancartas, porque vuelve el trasvase». Se refería así a las masivas movilizaciones en Aragón tras la aprobación por el gobierno de José María Aznar del proyecto de transferencia de aguas del Ebro a Levante. A su juicio, es una «barbaridad científica» decir que la unidad de cuenca es compatible con el trasvase, puesto que «es como soplar y sorber». El diputado de CHA, en esta legislatura encuadrada en Izquierda Plural, cuestionó la oferta de acuerdo de Cañete, porque «ya sabe cuál es la solución final, el trasvase». Yuste espera ahora una respuesta «contundente» de Luisa Fernanda Rudi y sus socios del PAR.

No obstante, la prolija comparecencia de Arias Cañete abordó muchas otras reformas en la política medioambiental, que pretende que sea «realista» y no un obstáculo para el desarrollo. En este sentido, en cuanto a la Ley de Costas, avanzó que ampliará la concesión a los titulares de fincas situadas en el dominio público hidráulico y que iban a empezar a expirar en 2018, con el objetivo de darles «seguridad jurídica».

Asimismo, indicó que simplificará los procesos de declaración de impacto y reforzará el papel del Estado en la gestión de los parques nacionales. También se comprometió a cumplir con el protocolo de Kioto en materia de emisiones, ya que, pese a reconocer su reducción, considera que España sigue lejos de los objetivos.