El mundo ilustrado por Alfonso Ruano, en el Museo ABC
La exposición reúne47 ilustraciones deonce libros, realizadas entre 1984 y 2010
NATIVIDAD PULIDO
Lleva toda su vida profesional vinculado a los libros, y concretamente a la editorial SM —en la actualidad como director corporativo de arte—. Pero, junto a la literatura, su otra gran pasión es la ilustración. Alfonso Ruano (Mocejón, Toledo, 1949) lleva más de tres décadas ... ilustrando libros, sobre todo infantiles. Ahora, una selección de sus trabajos se reúnen, hasta el 4 de marzo, en el Museo ABC (Amaniel 29-31).
La muestra «Alfonso Ruano. Primer recuento» , patrocinada por la Fundación SM y que se exhibió el pasado verano en el museo Patio Herreriano de Valladolid, exhibe 47 ilustraciones de Ruano, realizadas entre 1984 y 2010 y que pertenecen a once libros, entre ellos «El Señor Viento», «El caballo fantástico», «El Circo de Paco», «El guardián del olvido» (premio Catalonia 1990), «El pequeño títere», «El hada del agua» o «La composición». Este último fue premiado por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y la Unesco. Se trata de un relato incluido en un libro de cuentos de Antonio Skármeta. «Me puse muy al servicio de ese libro —explica Alfonso Ruano—, pedía ser fiel a este relato de resistencia a la dictadura. En él hay una presencia amenazante de lo militar, lo que hizo que no fuera aceptado en algunos países».
Supermercado de las letras
Pero cada autor, comenta, es un mundo distinto. Además de Skármeta, son muchos los autores a cuyos libros Ruano ha dado vida en imágenes: Michael Ende, Carmen Posadas, Gustavo Martín Garzo, Campos de Queirós, Joan Manuel Gisbert, Rosa Montero, Bernardo Atxaga ... En el «supermercado de las letras» en el que vivimos hoy, comenta el ilustrador, «la divulgación se ha extendido mucho, pero lo que se ha dado no es una democratización. Ha bajado la exigencia con la consiguiente vulgarización y desprofesionalización. Muchos diseñadores son como peluqueros, hacen estilismos».
A lo largo de su carrera también ha diseñado libros de texto. Le preguntamos por la educación, cuyo nivel está tan en entredicho: «El problema es cómo está estructurada la enseñanza, no establece elementos dinámicos, las preguntas y respuestas están condicionadas. Las leyes de educación se ramplonizan. Pero ya se sabe que el pensamiento libre es peligroso...» En cuanto al nivel de la ilustración en nuestro país, cree que es bueno, que se están haciendo cosas muy interesantes, y no solo de libros infantiles: «Se ha diversificado mucho. Hay una ilustración para adultos: relatos de Poe, Baudelaire, Gelman...». Advierte que «muchos creen que no es necesario dibujar para ilustrar. Pero para representar algo hay que dibujar, aunque hay muchas formas de hacerlo. La plasticidad no es suficiente. Hay ilustraciones que solo sirven como posavasos o merchandising de un museo. Hay que contar cosas con las imágenes, y a veces se limitan simplemente a decorar».
No cree Alfonso Ruano que sea un mundo minoritario y selectivo el de los libros ilustrados: «Hoy tienen un gran protagonismo. Hay grandes éxitos en las librerías». ¿Es el libro electrónico enemigo de la ilustración? «Yo vivo sin tecnología. Hay vida fuera de internet —responde—. El libro electrónico es el tránsito a algo que llegará en un futuro. En un e-book las ilustraciones no tienen sentido, pero las tablets abren un amplísimo territorio en animación, videojuegos... En un álbum digital hay aplicaciones con un valor añadido, como la interacción».
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