Cristina Fernández, operada de cáncer de tiroides
La mandataria permanecerá tres días de observación. Se espera que se dirija a la nación pasadas 48 horas
CARMEN DE CARLOS / ABC.ES
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de 59 años, se recupera con normalidad de la exitosa operación de cáncer de tiroides a la que se sometió este miércoles en un prestigioso hospital de las afueras de Buenos Aires.
El quirófano del lujoso Hospital Austral ... de Buenos Aires recibió a la paciente más poderosa de Argentina. La Jefa del Estado será reemplazada los próximos veinte días por el vicepresidente , Amado Boudou, quien, a su vez, estará «bajo observación» del núcleo duro del «cristinismo».
Durante la convalecencia de la presidenta, Boudou ocupará la primera magistratura pero no podrá ejercer el poder libremente. El ex ministro de Economía conoce desde ayer las instrucciones y los deseos de la paciente argentina. Cualquier decisión ejecutiva que se le ocurra deberá pasar el filtro de «la mesa chica», expresión local para describir el círculo áulico de Cristina Fernández.
Triunvirato
Los verdaderos herederos del poder, en ausencia de «ella», serán tres hombres que poco o nada tienen que ver, en el terreno de las afinidades, con el vicepresidente. En primer término, por méritos propios e historia personal, figura Julio De Vido, ministro de Planificación, confidente y eterno colaborador, primero de Néstor Kirchner («él», según ella) y después de su viuda. El otro «comensal» fijo en la Casa Rosada (sede del Gobierno) es el s ecretario Legal y Técnico, Carlos Zannini , amigo de juventud de la presidenta y redactor de los decretos más polémicos de la triple Administración «K» que arrancó en mayo de 2003.
El último y el único con atribuciones para cruzar, sin llamar a la puerta, el umbral de la habitación del Austral , como se conoce coloquialmente al centro médico del Opus Dei, es Máximo Kirchner, el hijo varón y fundador de la organización juvenil La Cámpora. Como sucedió durante las sucesivas hospitalizaciones de Néstor Kirchner, antes de su defunción en octubre del 2010, un nutrido grupo de estos militantes acampó en los alrededores del sanatorio, un complejo hospitalario en la provincia de Buenos Aires, con zona ajardinada, de unos 36.000 metros cuadrados. Estos y nadie más pueden declararse con derecho propio, sino los tres mosqueteros de la «Reina Cristina» (título de su biografía) sí sus tres gauchos de confianza.
En la Presidencia pero, a efectos prácticos, fuera del poder, Amado Boudou no ocupará el despacho de CFK , siglas por las que se conoce a la viuda de Néstor Kirchner en Argentina. El ex neoliberal, transformado en peronista ultra, tampoco buscará un hueco en la emblemática Casa Rosada. El presidente en ejercicio, mientras Cristina Fernández esté en el quirófano y durante todo el postoperatorio, verá pasar los días desde una butaca del Banco Nación, entidad financiera vecina a la sede del Ejecutivo. El simbolismo lo dice todo.
En el terreno estrictamente familiar la presidenta de Argentina estuvo acompañada de su hija Florencia, su madre, Ofelia Wilhelm, su cuñada y ministra de Acción Social, Alicia Kirchner, Rocío García, su «nuera de hecho» (pareja de su hijo) y de sus dos médicos personales, los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros . El prestigioso cirujano Pedro Saco, estará al frente de la intervención, cuya duración máxima estimada es en torno a las tres horas. Desde ayer se reforzaron las medidas de seguridad de las instalaciones de este modernísimo sanatorio de edificios inteligentes.
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