entrevista a javier guerra
«En el naval el Gobierno nos ha tomado el pelo»
Que Madrid obtenga de una vez por todas la autorización en la UE de un sistema fiscal que permita reactivar tras medio año de bloqueo la contratación de buques es el gran quebradero de cabeza del conselleiro de Economía, que prevé un 2012 muy difícil para el empleo
EVARISTO AMADO
—¿El Gobierno central les ha comunicado la negativa de la UE a la propuesta de España sobre la alternativa al tax lease?
—Formalmente no se nos ha comunicado nada, a pesar de que lo hemos solicitado en reiteradas oportunidades. No hemos recibido nada, ... en absoluto. Oficialmente no se nos ha considerado. El argumento, que es una negociación entre el Gobierno de España y la Unión Europea. Ese argumento nosotros lo hemos respetado, en los últimos meses hemos dado margen al gobierno de España para que negociase. Ahora, de manera informal, conocemos las noticias negativas de las que yo avisaba el viernes (29 de octubre). Se confirman, y son extremadamente negativas.
—¿Cómo analiza el bloqueo?
—No podemos permitir que los astilleros gallegos, y todos los de España, no tengan un sistema de oferta para poder vender sus barcos. Nos han tomado el pelo: nos han dicho que estuviéramos esperando, que España iba a hacer las gestiones oportunas. incluso un ministro y un candidato que vinieron a Galicia dijeron «en breve», «en breve», «en breve»...
—¿Qué ofrece la UE?
—Las noticias que tenemos, no por parte del Gobierno de España, sino del sector, es que la UE no acepta el modelo presentado por España y se remite al modelo francés, que no tiene nada que ver con lo que estamos pidiendo nosotros.
—Desde Galicia, ustedes formularon una propuesta propia. ¿Por qué no llegó a Bruselas?
—Tuvimos esa iniciativa, ya que contamos con una autoridad moral muy importante: tenemos la mayoría de los astilleros privados. Hicimos una propuesta, tratada con el sector, y no nos limitamos a criticar a Madrid para forzar una pelea entre partidos. No nos hicieron ni caso. Ni tuvimos respuesta, vamos. A partir de ahí, estamos muy preocupados, porque sin ese sistema de financiación va a ser muy difícil que los astilleros puedan contratar. Exigimos al Gobierno que haga algo por este sector, porque no tenemos solución.
—¿Han hablado con las empresas?
—Hablamos con el presidente de Pymar (la Sociedad de Reconversión de Pequeños y Medianos Astilleros), que es presidente de un astillero, la semana pasada en reiteradas oportunidades. Pymar conoce la postura de la Xunta de forma diáfana. Pymar no puede aceptar que no haya un nuevo sistema después de tantos meses y que el Gobierno de España venga con las manos vacías. Le hemos hecho saber nuestra férrea oposición a todo el proceso.
Además de la alternativa fallida al tax lease , el fondo de Patrimonial de Garantías se liquidó. Somos la única comunidad que se ha opuesto a esa liquidación. Hoy, aunque se levantara el sistema de tax lease , contratar un barco sería muy complicado, porque no hay sistema de financiación. Las dos cosas a la vez ya es la locura. Galicia puso 37 millones en ese fondo, y se comunica su liquidación sin constar en el orden del día ni avisarnos de nada. Seguimos insistiendo en esos dos frentes: necesidad imperiosa de una alternativa al tax lease , y oposición radical a la liquidación del fondo sin que haya alternativa. La Xunta ha hecho los deberes: incluso hemos financiado astilleros nosotros solos, algo que no había pasado nunca: Factoría Naval de Marín, Metalships...
—En el sector público hay también marejada...
—En Navantia se no critica por haber hecho una propuesta. Nos dicen que nosotros tenemos que financiar un dique flotante de un astillero que es público y cuyo presidente, hasta donde yo sé, no ha dicho esta boca es mía. Hemos defendido una fórmula que nos parece interesante, dentro de nuestras posibilidades, y no se nos contesta... La política para el sector del Gobierno es cero.
—¿Las elecciones retrasarán la solución para el naval?
—Igual alguien del Gobierno actual cree que es mejor que llegue alguien del nuevo y lo resuelva. Pero no podemos esperar. Mientras Galicia lleva meses sin contratar, ¿qué se creen, que al mismo tiempo no hay alguien que sí está contratando? Los armadores no están esperando. El Gobierno tiene responsabilidad, y grave, hasta el último día que es gobierno. Se nos ha pedido cautela, a nosotros y a los astilleros, pero hay que entender que hay mucha gente cuya vida depende de esto. No se informa, hay filtraciones... No ha habido una posición clara. Hasta las últimas semanas ni sabíamos que España había presentado una propuesta ante la UE.
—Del naval siguen sin respuesta. ¿Y sobre la nueva normativa para el eólico, frente a la que alegaron?
—Hasta este momento, no. Con el eólico nos hemos quedado sorprendidísimos de que aparezca un decreto de gestión del sector, con nuevas tarifas y primas, a un mes de las elecciones y que va a comenzar a aplicarse en 2013. Que no lo sepan las comunidades, que gestionamos los parques de menos de 50 megavatios... Se han cambiado las reglas de juego mientras en Galicia desarrollábamos un plan para recuperar el liderazgo, con un concurso en plazo, que va bien y va a cumplir su objetivo. Y de repente aparece un proyecto que prima los parques con menos eficacia, que prácticamente vacía el contenido de las competencias de las comunidades...
—¿Puede este decreto afectar a la financiación de los nuevos parques?
—Se puede dar, pero no es en Galicia, sino en el conjunto del sector.
—Fuentes de las empresas llegaron a poner una cifra: el 40% de los megavatios del concurso, en peligro.
—Es una información que no es nuestra. No tenemos información oficial ni extraoficial de ninguna empresa que haya renunciado por esto. Además, los problemas de financiación afectan a todos los sectores. Galicia tiene las mejores condiciones de España para desarrollar este sector. Si se va a hacer en algún sitio, será en Galicia. Nosotros ponemos las condiciones para que la gente invierta.
—¿En el concurso se comprometía el importe de las primas?
—No. Había una legislación previa que decía que en el año 2013 cambiaría la legislación, pero no se conocían las condiciones. Con el concurso anterior, la situación sería la misma, pero con plazos más largos. Nosotros estamos ganando tiempo. Ya en este momento hay empresas que están realizando sus planes industriales. Otras están pagando un canon que antes no existía, 70 millones de recaudación en tres años, una cifra importante en un momento como este.
—¿Qué nivel de actividad hay en las centrales térmicas? Por primera vez la de As Pontes deja de ser la que más dióxido emite de España...
—Pero eso es también por mejora en gestión ambiental. Sobre el decreto del carbón, sin tener ahora información detallada, somos la única comunidad que mantiene el recurso. Pensamos que no se está aplicando en toda su extensión y las centrales se están viendo menos afectadas de lo que se preveía, porque no se está aplicando. Ese decreto es un ejemplo de una reacción rápida de Madrid en un sector afectado, que en este caso castigaba a Galicia. En el tema del naval el criterio es otro. Es un hecho.
—¿Cómo valora su presupuesto?
—Ocurre lo que pasa en cualquier familia que tiene que hacer las cuentas: ser serios, reducir los gastos. Galicia ya estuvo dos años haciendo reducciones, por eso este año no hemos tenido que aplicar recortes drásticos como otros, sino que tenemos cierto nivel de estabilidad. Lo fundamental es que Galicia cumple sus compromisos y seguirá haciéndolo. Se ha hecho todo este ajuste manteniendo el gasto social, que crece siete puntos de porcentaje sobre el total. Se nos decía que íbamos a acabar con él... Nuestra consellería es una de las pocas que crece: la creación de empleo es el gran reto del presupuesto de 2012 y de la gestión del gobierno.
—¿Sus objetivos para 2012?
—Dentro de la consellería, los objetivos irrenunciables son cuatro: financiación a las pymes, respuesta más rápida, innovación y apoyo a empresas que quieren reinventarse, e internacionalización. Ahora todo el mundo sabe que hay que innovar e internacionalizar, peso eso no se hace de la noche a la mañana. Y eso no se preparó en el momento de vinos y rosas. La prueba es que el presupuesto de entonces era de cuatro millones, cinco veces menos que ahora.
—En cuanto a las perspectiva del paro, ¿qué le llega de las empresas?
—Me cuentan que las cosas están muy complicadas. Decía un empresario conocido que el 2011 tiene una única cosa buena: que va a ser mejor que 2012. Veo a las empresas muy preocupadas. Un problema grave, que es como la crisis perfecta, es la financiación.
—¿La administración está detrayendo demasiados recursos de financiación al sector privado?
—Ahí hay que ver, además de las necesidades de España, cómo está el sistema financiero en su conjunto. Las empresas que antes tenían una cierta capacidad financiera ya tienen poco margen. Veo algunas excepciones, probablemente la alimentación esté mejor, pero otros... Hay también gente que busca huecos y oportunidades, sobre todo fuera. No engaño a nadie y soy realista.
—El Igape tiene nuevo director tras lo ocurrido con el caso «Campeón».
—Estamos trabajando con normalidad. En los últimos meses hemos estado preocupados, y lo estamos, porque el organismo estaba en una situación de indefensión, no se sabe de qué se acusa a las personas que estaban trabajando en el Igape. En el Igape hay miles de expedientes. Todos pasan por un proceso en el que hay mucha gente involucrada. Después de aquel problema se hizo un análisis de evaluación de los proyectos, y lo superan con creces. Otra cosa es que dentro de los miles de propuestas haya gente que quiera aprovecharse de una institución. Los filtros se han ampliado. El nuevo director venía de XesGalicia, conoce la casa. Se ha solucionado lo que ha pasado y miramos por empresas con futuro, no con pasado.
—¿Y la operación «Arena»?
—Es prácticamente igual. Es un tema de áridos sobre el que, en lo que a nosotros respecta, hay un recurso en marcha, que no se ha contestado. No hay nada extraordinario. En este caso, además de la empresa afectada, hay una demanda contra ella de una asociación de áridos. También nos hemos reunido con ellos, más que con la empresa en cuestión, con la que nos reunimos una vez. Este tema no pasa de la categoría de anécdota, pero como todo se... Estamos en el contexto en el que estamos. Por lo que yo sé, no tenemos ninguna preocupación. Otra cosa es que alguien diga que va a hablar con otro...
—¿Habrá cambios en la Xunta tras el 20-N?
—Esa es una buen pregunta... para el presidente Feijóo. El día 20, por la noche, como afiliado que soy del PP, espero celebrar una victoria por el bien de España. El presidente decidirá qué pasa el 21, el 22 o cuando quiera.
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