Suscribete a
ABC Premium

Inicio de temporada

ROSA SANZ HERMIDA

La Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) junto a su director titular, Lionel Bringuier —en la imagen—, acaban de ofrecer en Valladolid el primer concierto de abono de la presente temporada. Esta cita ha contado con la presencia de dos artistas en residencia en el Centro Cultural Miguel Delibes, Katia y Marielle Labéque, como intérpretes del «Concierto nº 10 para dos pianos y orquesta (KV 365)» de Mozart. La velada se inició con tres danzas de «El amor brujo» de Falla que, según consta en el programa de mano, la OSCyL afrontaba por primera vez. Bringuier supo extraer de estas piezas su viveza rítmica, su tímbrica seductora y su pulsión dramática.

Estupenda carta de presentación de una OSCyL de sonoridad de buena definición, clara y precisa; homogénea en los cambios de dinámicas y ritmos e impecable en el arranque y los finales.

Con un sonido muy «en estilo», y una plantilla instrumental quizá un poco abultada para el tipo de obra, se inició el concierto mozartiano, con buen empaste en la orquesta y destacadas intervenciones solísticas. La actuación de las hermanas Labèque fue sorprendente desde los primeros compases, con una forma de ataque incomprensiblemente brusca, muy contrastante con la atmósfera sonora creada por la orquesta. La falta de comunicación fue una constante en la ejecución de la obra. Las Labèque optaron por tempos, y articulaciones caprichosas, poco ajustadas al fraseo mozartiano. Resulta cuanto menos curiosa esta errática lectura en unas pianistas tan carismáticas, que han recibido críticas muy elogiosas con esta pieza; por ejemplo, hace ahora quince años se leía en las páginas de este periódico: «perfecta lección de refinamiento y naturalidad en el fraseo, gracia expresiva, técnica primorosa y acoplamiento. Razones todas ellas para el éxito más legítimo». (Crítica de Antonio Fernández-Cid al concierto celebrado en Teatro Real el 14-XI-1986, con la Orquesta Nacional de España y dirección de Jesús López Cobos).

Una densa e intensa partitura, la «Sinfonía nº 4» de Chaikovski, puso fin a este brillante inicio de temporada.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación