Embargos por un millón de euros dejan a Cacabelos en la ruina

En una comparecencia celebrada en el salón de sesiones de la casa consistorial, Canedo utilizó los términos de «locura y despropósito» para calificar las últimas notificaciones entregadas ayer mismo en el Ayuntamiento. El primer embargo corresponde al impago de una deuda de más de 600.000 euros exigida por Caja España por una cuenta de crédito abierta en el año 2007 —durante el gobierno del socialista José Manuel Sánchez, al que exigió que abandone el pueblo— y que «no figura en las cuentas» de la corporación municipal.; el otro es consecuencia de la reclamación de más de cien mil euros por parte de los propietarios del Cine Faba, un recinto cultural comprado por decisión del anterior equipo de gobierno socialista y que apenas ha registrado actividad, más allá de mítines electorales, durante los últimos años. Finalmente, el Ministerio de Política Territorial ha reclamado a Cacabelos la devolución de una subvención de más de 156.000 euros, otorgada para acometer las obras de un centro cívico y que no fue debidamente justificada.

Ahora, Adolfo Canedo sólo buscará beneplácito de las administraciones superiores para conseguir una «autorización excepcional» para un crédito a largo plazo de entre diez y once millones de euros, equivalente a la deuda del municipio.

Entre una leve sonrisa y el llanto emocionado, el alcalde de Cacabelos anunció la «inversión» de 50 euros, de su bolsillo, en juegos de azar, en un intento desesperado de solucionar, dijo, los «desmanes dejados por el anterior gobierno del PSOE». Adolfo Canedo selló boletos para los sorteos de Euromillones, Lotería Primitiva y Bonoloto de esta semana «para ver si en un golpe de suerte, después de tanta desgracia, los ciudadanos de Cacabelos pueden verse resarcidos pro un golpe de gracia. Y como yo soy creyente, además de rezar, tengo que aplicarme al cuento y si quiero que me toque la lotería, tenemos que jugar. A ver si tenemos suerte». Ese fue el momento en que cambió la expresión de su rostro y la sonrisa se tornó en emoción y ojos llorosos. Aún así, Canedo acertó a mostrar su esperanza en que haya «vida en el Ayuntamiento de Cacabelos, después de la muerte que nos han dejado estos desalmados».

El alcalde también aprovechó para desvelar que varios vecinos del municipio han denunciado que han venido recibiendo notificaciones para pagar, con recargo, unas contribuciones especiales que ya abonaron en su día. Canedo se comprometió a investigar «poniendo en juego mi salud, si fuera necesario», hasta conocer el destino de esos fondos.