Mueren 39 aves en Navaseca por un posible brote de botulismo
Las especies más afectadas son la focha común, la malvasía y cigüeñuelas
S.F-P/ABC
Como informó ayer ABC, desde que el pasado día 20 de julio se detectara en la Laguna de Navaseca, apeadero de miles de aves, cerca del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel ejemplares afectadas por lo que podría ser botulismo, técnicos del Ministerio de ... Medio Ambiente y el Gobierno de Castilla-La Mancha han extremado la vigilancia para evitar que este posible brote infeccioso se propague y pueda provocar la muerte de cientos de aves.
El jefe de Servicios de Biodiversidad de la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, David Sánchez, indicó que se han recogido ya un total de 55 aves, de las cuales, 39 han sido halladas muertas y 16 fueron trasladadas a Centro de Recuperación de Fauna de Ciudad Real, El Chaparrillo, para recibir tratamiento. Los ejemplares más afectados son la focha común, la malvasía y algunas cigüeñuelas, entre otros.
Se prevé que si es un brote de botulismo, con las medidas que se están tomando y la intensa vigilancia que e ha adoptado, sea menor al de años anteriores debido a una inferior concentración de aves. Además, se actúa con rapidez ante el avistamiento de un ave muerta, retirándola, enterrándola y cubriéndola con cal viva. De esta manera, se evita que el botulismo pueda desencadenar una muerte masiva de aves. Mientras los agentes medioambientales recorren a diario el perímetro de la laguna de Navaseca, la guardería del Parque de las Tablas de Daimiel está llevando a cabo la supervisión del espacio protegido.
Ninguna anomalía
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente y Agricultura del Ayuntamiento de Daimel, Gregorio Díaz del Campo reconoció que técnicos del Centro de Recuperación de Fauna, el Chaparrillo estuvieron realizando una inspección ocular sobre el terreno en la propia Laguna donde aparecieron tres aves muertas y dos más enfermas que fueron trasladas al propio Centro, y añadió que «no se ha detectado ninguna anomalía de grado superior».
La Laguna de Navaseca disminuye su capacidad debido a la propia evaporación producida por las altas temperaturas. Este hecho genera un deterioro en las propiedades del agua, un proceso natural, señaló, que «ocurre en otros lados». Además, descartó que el botulismo tenga que ver con la contaminación en Las Tablas detectada hace unas semanas.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Daimiel explicó que en las últimas semanas el censo de flamencos en esta área ha alcanzado las 700 aves, una circunstancia que, en su opinión «podría favorecer que aflore un posible botulismo debido a que van desprendiendo materia orgánica».
En este sentido, Díaz del Campo afirmó que se trata de «un ciclo natural que se está atajando con el programa habitual de mantenimiento, al igual que en el Parque Nacional Tablas de Daimiel».
Control exhaustivo
El mayor grado de eficacia y de control en la zona es evitar el contacto con el medio de aves extintas. Para ello, el edil daimieleño informó de que existe una persona encargada de recoger y aislar las posibles aves muertas y se ha realizado una excavación aparte donde se están introduciendo los ejemplares afectados.
Y es que los ejemplares muertos actúan como transmisores de la enfermedad, como los vivos infectados, que una vez tratados y recuperados en el Chaparrillo, posteriormente son devueltos al medio natural.
El responsable municipal aseguró que «no hay ningún tipo de alerta». «Esta época es propicia para que se desarrolle el botulismo de forma más fácil que en invierno pero, a día de hoy, está controlado al 100 por cien por técnicos mediante controles frecuentes», afirmo Díaz del Campo. Además, insistió en que «es el ciclo natural del hábitat, en invierno, con más agua, todo se desarrolla más favorablemente que en verano, cuando se pierde algo de calidad en las aguas».
En cuanto al Parque Nacional consideró que existe un control exhaustivo y no se ha registrado algún problema «importante». En el humedal se están regenerando sus aguas con las plantas subacuáticas, y, de cara al otoño, «estarán en mejores condiciones tanto para la avifauna como para la flora».
El botulismo es una forma de envenenamiento por alimento que se desarrolla en las aves al ingerir una toxina neroparalizante producida por la bacteria Clostridium botulinum, que inhibe la respuesta muscular del organismo.
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