Turquía disputa a España un puesto en el Consejo de Seguridad
Erdogan aprovecha la debilidad de Zapatero, su socio en la Alianza de Civilizaciones
LUIS AYLLÓN
Turquía vuelve a cruzarse en el camino de España. Si en 2004 lo hizo para formar un frente común con la Alianza de Civilizaciones, ahora lo hace para disputar a nuestro país un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio ... 2015-2016, que España parecía tener bastante asegurado. El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, no devuelve precisamente con flores los detalles que hacia él ha tenido el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
España, que ocupó por última vez un puesto en el órgano decisorio de Naciones Unidas en el bienio 2003-2004, con el conflicto de Irak, en primer término, quería mantener la cadencia de ser cada diez u once años miembro no permanente en el Consejo de Seguridad. Con anterioridad estuvo también en los periodos 1969-1970, 1981-1982 y 1993-1994.
Hace tiempo que presentó su candidatura para el bienio 2015-2016, dentro del grupo WEOG, en el que están los países occidentales y algunos otros como Turquía o Israel. Aspira a uno de los dos puestos que corresponden a ese grupo y hasta hace poco sólo había otro candidato—Nueva Zelanda— por lo que las posibilidades de triunfo eran altas.
España había venido pidiendo el apoyo a otros países, entre ellos a Turquía, que, sin embargo, hace unos días presentó su propia candidatura. Los turcos han ocupado un puesto en el Consejo muy recientemente —en el bienio 2009-2010—, pero argumentan que su presencia es muy importante en estos momentos en que se asiste a procesos de cambios profundos en el Mediterráneo Sur y el mundo árabe.
En lugar de esperar a otro bienio posterior, como el 2019-2020, en que su oponente sería Israel, a quien podrían batir con el apoyo árabe; o al 2021-2022, con Irlanda o San Marino, contrincantes asequibles, Erdogan, conocedor de la debilidad del Ejecutivo español, ha optado por concurrir al periodo 2015-2016. Turquía es un candidato muy serio, ya que tendría el apoyo de los países de la Conferencia Islámica y en general del mundo árabe, especialmente, tras su distanciamiento de Israel. La votación para ese periodo se hará en 2014 y, si se cumplen las encuestas, en el Gobierno español estaría el Partido Popular, que sería quien tendría que asumir una posible derrota.
En cualquier caso, la decisión de Erdogan no ha sentado nada bien en medios gubernamentales españoles, donde se recuerda que España ha sido uno de sus principales apoyos en la pretensión de Turquía de ingresar en la Unión Europea. Igualmente, se ha frenado una iniciativa en el Parlamento español en la que se quería realizar una condena del genocidio sufrido en 1915 por millón y medio de armenios, y atribuído a los dirigentes turcos. Además, Zapatero facilitó a Erdogan ser copatrocinador de la Alianza de Civilizaciones, instrumento al que Turquía ha sacado bastante rédito ante los países occidentales.
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