Tres lenguas mejor que una
Frente a la inmersión catalana, triunfa el bilingüismo y el trilingüismo en Galicia, Madrid y algunos colegios vascos. A partir del año que viene, Valencia implantará el modelo trilingüe
La mochila de Santiago parece una pequeña Babel. En ella lleva libros en castellano, gallego, inglés y también en francés, aunque estos últimos podrían haber sido de alemán. «Elegí francés porque el alemán es un poco duro —explica—, pero la mitad de mis compañeros de curso lo estudian y están contentos, más que nada por las profes, que lo hacen muy fácil».
Este es el primer año que Santi y sus compañeros reciben la materia de Ciencias Sociales en inglés, una novedad derivada de la implantación del nuevo decreto de plurilingüismo en la comunidad gallega que al principio causó diversas reticencias entre algunos padres. «Pensaban que eso podía bajar el nivel de la clase», reconoce el vicedirector del centro, Juan José Raíces, pero en la práctica no ha sido así.
Santi lo confirma. «A mí no me cuesta nada cambiar de idioma de una hora a otra. Desde que la profesora entra en clase hasta que sale sólo hablamos inglés, con ella y también entre nosotros. Sólo cambia cuando hay expresiones difíciles de entender; entonces ella nos entrega fichas con vocabulario».
Ya acostumbrados
¿Y los exámenes? «Ah, también en inglés —repone Santi—. Al principio costaba mucho pero ahora ya estamos acostumbrados y nos sale mejor. Además, eso nos ayuda mucho en la clase de lengua inglesa». La experiencia ha calado tan bien entre el alumnado de este centro, con cerca de 1.500 alumnos, que el año que viene las materias de Educación física y Ciencias naturales se impartirán en lengua francesa.
De lo mejor de la experiencia, una lectora neoyorquina llamada Alison que les cuenta cosas de su país, «como historias sobre el río Misisipi». El recreo finaliza y Santi regresa al aula con sus amigos. A la profesora se la recibe con un «hello, teacher». El objetivo del gobierno de la Xunta es que la carga lectiva de los alumnos se distribuya al 33 por ciento entre las dos lenguas cooficiales y los idiomas extranjeros.
Un sistema, el del 33 por ciento, que lleva muchos años impartiéndose en nueve colegios del Grupo Educativo COAS y que a partir del año que viene lo va a hacer suyo el Gobierno vasco en colegios públicos y concertados de esa comunidad. En lugar de avanzar hacia el modelo de inmersión que se ha impuesto en el País Vasco (hasta ahora, en la mayoría de los colegios la lengua vehicular es el euskera) apostaron por la enseñanza trilingüe. «Partíamos de una mentalidad de padres y profesores monolingües y ahora ya estamos en el plurilingüismo», asegura Ana Pérez Saitua, coordinadora pedagógica de esta entidad educativa. Sin embargo, los comienzos fueron duros: «Había mucho miedo —admite— a no formar bien a los alumnos, a que se perdieran contenidos o a que se terminaran confundiendo entre unas lenguas y otras—. Pero nada de eso ha ocurrido. De hecho, están por encima de la media en las distintas evaluaciones incluso cuando se examinan de una materia en una lengua distinta a la que se usa para impartirla. También son buenos los resultados en Selectividad: las primeras promociones de chavales que llevan estudiando desde Educación Infantil a partes iguales en castellano, euskera e inglés ya cursan una carrera universitaria.
Para lograr tamaño éxito, hubo que realizar una auténtica reconversión entre el profesorado. «La formación es muy importante, pero también la metodología. Es fundamental que haya mucha participación en el aula y ayudar al alumno a comprender más que a memorizar», afirma Pérez Saitua, para quien el trilingüismo y el plurilingüismo (ya están introduciendo el francés) es una carrera de fondo en la que «es imprescindible que los padres apoyen y valoren todas las lenguas por igual y que promocionen lecturas y videos en todas ellas. Al final, hemos conseguido que las tres lenguas tengan el mismo estatus».
Prueba palpable de lo conseguido en los centros COAS es Patricia. Se expresa con soltura en castellano —la lengua que se habla en casa—, en euskera y en inglés. Y en todas las asignaturas ha sacado sobresalientes.
«Desde pequeña me han inculcado hablar en todos los idiomas, y de hecho el que mejor se me da es el inglés», afirma esta alumna que acaba de terminar primero de la ESO con un pleno de sobresalientes.
Más problemas en Cataluña
No ocurre eso en la inmensa mayoría de las aulas catalanas. El de Carlos Peró es un caso muy descriptivo. Desde que tenía sólo tres años ha sido educado íntegramente en catalán, aunque su lengua materna es el castellano. Alumno de La Salle de Tarragona, Carlos, que ahora cursa primero de ESO, considera que el actual sistema educativo está desequilibrado desde el punto de vista lingüístico y eso, según afirma, «perjudica a muchos alumnos».
«Si las asignaturas —considera Carlos— no se impartieran sólo en catalán, muchos alumnos, entre ellos yo, podríamos aprender con más facilidad y sacaríamos mejores notas». Él y todos los alumnos escolarizados en centros públicos y concertados de Cataluña reciben casi todas las materias en catalán (Matemáticas, Naturales, Sociales, Catalán, Música, Educación Física, Religión y Tecnología); todas, excepto castellano e inglés.
Para este adolescente tarraconense, que garantiza no tener problemas para expresarse en catalán, el sistema de inmersión lingüística es contraproducente, ya que sólo refuerza una de las dos lenguas oficiales de la Comunidad. «Lo lógico sería que estudiáramos algunas asignaturas en catalán, otras en castellano y otras en inglés», apunta el estudiante. Su opinión, según dice, es la de otros muchos compañeros de su clase. «Hay muchos que están de acuerdo con la inmersión lingüística pero otros muchos no, y eso debe respetarse porque hay dos lenguas oficiales en Cataluña», denuncia.
Algunas materias como las Matemáticas le resultarían, según dice, «mucho más fáciles de aprender si las explicaran en castellano porque es la lengua que hablo con mi familia y muchos de mis amigos». La asignatura más difícil, «con diferencia», es para él la de Catalán. «Me cuesta mucho la ortografía y también algunas expresiones», confiesa Carlos, hijo de una familia numerosa, en la que todos los hermanos afrontarán o han afrontado ya el reto de la inmersión.
Valencianos en pruebas
En la vecina Comunidad Valenciana, muchos nacionalistas habrían querido que se implantara un sistema similar al catalán. Pero el gobierno que preside Francisco Camps ha optado por el trilingüismo. Los colegios e institutos que se acojan al Programa Avanzado impartirán un tercio de las asignaturas en castellano (entre ellas, Lengua y Literatura Española, Matemáticas, y Física y Química), un tercio en valenciano (entre ellas, Conocimiento del Medio) y el resto en inglés. En el caso de la Educación Artística, Educación Física o Religión, los centros podrán elegir si las imparten en valenciano o en inglés.
Jaime es uno de esos chavales que se verán afectados por el nuevo modelo. Estudia 1º de la ESO en el colegio salesiano Don Bosco, un centro concertado de Alicante en el que la mayoría de las asignaturas se imparten en castellano, salvo dos.
«En casa hablamos en castellano, pero he estudiado valenciano desde Primaria, así que no me supone ningún problema que nos enseñen en esa lengua Conocimiento del Medio. Es la asignatura que mejor se me da, como la informática y Educación Física», explica Jaime. Eso sí, reconoce que a veces le supone una dificultad añadida hacer los examénes escritos de esa materia en valenciano.
Aunque es la lengua de uso común en muchos pueblos de interior de Alicante, como Alcoy, no ocurre así en la capital de la provincia, donde la gran mayoría de la población es castellanoparlante.
La familia de Jaime es un buen ejemplo de ello. Su padre es alicantino, entiende sin dificultad el valenciano pero no lo habla. Su madre, que trabajaba de pedagoga en un centro, está estudiando actualmente valenciano por motivos profesionales.
A Jaime no le asustan estos cambios, aunque reconoce que a muchos de sus compañeros al principio les costará adaptarse. «He estudiado la asignatura de Inglés desde 1º de Primaria, así que creo que no tendré muchos problemas para entenderlo», afirma.
«Además, el inglés es el idioma del futuro, el que nos puede abrir más puertas para encontrar un trabajo, tanto dentro como fuera de España. Y eso ahora mismo es muy importante, tal como están las cosas...»
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