Guerra abierta en Sacyr entre Carceller y Abelló contra Del Rivero
Los dos mayores socios del grupo amenazan con impugnar la junta de accionistas
luis m. ontoso
La tensa junta de accionistas de Sacyr Vallehermoso dio ayer carácter oficial a la batalla entre el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y dos de los accionistas mayoritarios del grupo constructor. Demetrio Carceller y Juan Abelló, que controlan más de un 25% del capital ... entre ambos, votaron en contra del nombramiento de dos consejeros en representación de Rimefor y Cymofag, las firmas con las que Del Rivero y Manuel Manrique, consejero delegado, canalizan su participación.
Los incesantes elogios del presidente de la compañía al «avezado» dueño de la petrolera Disa —cuyos títulos suman casi un 16% tras sindicarlos con el 3% del grupo Satocán— y sus alusiones a los «grandes intereses comunes» no sirvieron para evitar un movimiento que el entorno de Carceller había insinuado, de puertas adentro, el día anterior. José Díaz Rato, el representante de Torreal, la sociedad de Abelló, fue el primero en aprovechar el turno de preguntas para criticar la «irregular, abusiva e injustificada» propuesta de duplicar la presencia de Del Rivero y Manrique en el consejo (con un 13% y más de un 6% del capital, respectivamente).
Del Rivero, tranquilo y elocuente durante todo el acto, ganó el primer asalto. Los accionistas dieron su visto bueno a la designación de los nuevos consejeros y a todos los puntos en el orden del día. Pero lejos de tratarse de un armisticio, la decisión de la junta ha abierto un nuevo frente, aún más agresivo y de consecuencias impredecibles: la impugnación legal. Tanto Carceller como Abelló señalaron que «estudiarán todas las opciones legales de las que disponen».
Contador a cero
Denuncian que la entrada de los nuevos representantes supondría echar por tierra «las reglas de juego», ya que accionistas con menos de un 19%, que además han visto menguada su participación en la última ampliación de capital, se harán con una porción del consejo equivalente al 26%. Esa vulneración «de la igualdad de trato», aseguran, también se vería reflejada en la creación de dos tipos de accionistas: los que reclaman una representación justa y los que «retocan» los estatutos de la empresa para «hacerlos favorables a sus intereses», argumentan.
Para el máximo directivo de Sacyr, sin embargo, no se trata de un planteamiento «abusivo», sino de «poner el contador a cero»; defiende que en la empresa «no existe ninguna regla» que ligue el porcentaje de capital al número de representantes en el máximo órgano y que ni Rimefor ni Cymofag contaban con representación adecuada. El enfrentamiento entre los dos bloques sirvió para escenificar las turbulencias que atraviesa la compañía, accionista mayoritaria con un 20% de Repsol. De hecho, el acceder a un sillón en el consejo de la petrolera parece ser el detonante del interés de Carceller por optar a uno de los puestos directivos de la constructora.
La vicepresidencia, ahora en el aire, se presenta como el tributo que podría ofrecer Sacyr para calmar a Carceller. Pero Del Rivero parece haber elegido candidato (o elemento de presión): «El accionista mayoritario individual fue y es José Manuel Loureda», destacó ayer. El histórico fundador de la empresa, que cuenta con accionesen torno al 13%, se presenta como barrera al ascenso de la petrolera canaria.
En cuanto a la refinanciación de la deuda por la operación de Repsol, Del Rivero manifestó su convencimiento de que el Santander tendrá «una participación más importante» en el crédito de 4.972 millones de euros, que se renegocia de cara a final de año.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete