Diamantidis puede con la fiebre amarilla

Por ahí, y por la pintura, donde Batiste le ganó la partida a «Big Sofo», al que mandó al banquillo por personales durante gran parte del encuentro. El Maccabi aguantó el tipo hasta el tercer cuarto. Le mantuvieron en el partido sus lanzadores, muy acertados en la primera parte, sobre todo Eidson, pero se vino abajo cuando comenzó a funcionar el perímetro heleno.

Un parcial de 16-4 liderado por los triples de Sato y Nicholas puso al Panathinaikos con 11 puntos de ventaja (40-51) a falta de un período. La marea amarilla aún creía. Animaba y animaba creyendo en una remontada que nunca llegó. Su equipo se fue apagando poco a poco, al mismo tiempo que crecía el ruido en el sector verde del Palau.

Un 2+1 de Eliyahu hizo creer en la remontada, poniendo al Maccabi a siete puntos, que llegaron a ser cinco a un minuto del final, pero la figura de Diamantidis volvió a aparecer con una nueva asistencia para Batiste, con la que igualó el récord que tenía McDonald desde 2001, y con la que selló el envío a Atenas de la sexta Copa de Europa.