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ABC Cultural

El orden perturbado

JAVIER DEL REAL

ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE

Estos días se publicaba una declaración de Plácido Domingo en la que afirmaba tener dudas ante la posibilidad de repetir en Madrid el último éxito que le dio el papel del corsario Boccanegra. Y lo decía no porque pensara que las circunstancias pudieran ser menos ... favorables o notara cierto decaimiento, sencillamente porque la materia de «Ifigenia en Táuride» es más proclive al drama que a los personajes, léase a las personas. Con esta premisa por delante se comprenderá el entusiasmo general con el que ayer concluyó la primera representación del título y las aclamaciones dispensadas a todos y cada uno de los participantes que las recibieron con independencia de su condición, del cariño que a cada cual se le tributa, o de la mayor o menor influencia que en ellos pudieran haber tenido los simpáticos bacilos encargados de repartir catarros de manera indiscriminada. Se avisó al comienzo, con especial énfasis en el estado de Domingo que fue el último perjudicado.

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