«Nos gustaría que en 2011 se pudiera reconocer el Estado palestino»
«Marruecos es uno de los países del Magreb que han tenido un desarrollo más avanzado en el ámbito democrático y de los derechos humanos», afirma Trinidad Jiménez
LUIS AYLLÓN FOTO: ÁNGEL DE ANTONIO
—¿En qué se va a diferenciar la política exterior de Trinidad Jiménez de la de su antecesor en el cargo?
—Las líneas de la política exterior las marcó el presidente del Gobierno; las puso en marcha Moratinos y las voy a seguir yo. ... No habrá cambios. Sería incongruente. Sólo han cambiado las personas, no las políticas, aunque cada uno le pueda dar un mayor impulso a unas que a otras.
—Por ejemplo, en cuanto a Gibraltar, ¿hay una ralentización en la marcha del Foro Tripartito?
—El Foro ha sido y es muy útil para buscar un acercamiento entre las sociedades del Peñón y del Campo. Pero no podemos aceptar que uno de los vértices del foro intente introducir asuntos que están fuera del mismo y que afectan a la soberanía. Las cuestiones de soberanía, España sólo las trata con el Reino Unido.
—¿Se va a hablar, entonces, con Londres, en lo que queda de legislatura, sobre soberanía, después de ocho años sin hacerlo?
—Vamos a ver si se dan las condiciones para ello. España puede desearlo, pero tiene que haber voluntad por las dos partes.
—Usted habla ahora mucho de diplomacia económica, sobre todo en Iberoamérica, pero al comienzo del Gobierno de Zapatero, casi se estigmatizaba a quienes buscaban rendimientos económicos o hablaban de obtener retornos de la ayuda al desarrollo. ¿Ha cambiado eso?
—Siempre hemos procurado trabajar para que las empresas españolas tuvieran una buena presencia en el exterior, para favorecer su proceso de internacionalización y para ayudarlas cuando tuvieran algún tipo de dificultad ante un gobierno determinado.
—España está apostando por China, que asegura que somos su mejor aliado en Europa. ¿Cuándo se van a ver los resultados de esa sintonía?
—España, como país, ha llegado recientemente a China y ha logrado ganar un gran espacio en poco tiempo. Confiamos en que ese esfuerzo nos dé un buen resultado. Además, a China le interesa mucho América Latina y sabe que España tiene unas relaciones privilegiadas con los países iberoamericanos, lo que le puede ayudar a articular unas relaciones políticas y económicas más intensas en la zona.
—El Gobierno ha invocado en las relaciones con Marruecos la defensa de los intereses de España. La defensa de esos intereses, ¿está por encima de los principios que se mantenían en relación con el Sahara?
—Yo no veo ninguna incompatibilidad. Siempre España ha tenido la misma posición sobre el Sahara y la hemos defendido en el marco de la ONU:la defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y la realización de ese principio en base al acuerdo de las partes. España no es parte en la negociación. No podemos imponer la decisión. Y cuando hablo de intereses de España, no estoy hablando de petróleo ni de gas, para que quede claro.
—¿Acaso estamos asistiendo a una especie de «chantaje», si me permite la expresión, de que si no contemporizamos con Marruecos, vamos a tener problemas de algún tipo?
—No vamos a tener problemas de ningún tipo, nunca. España toma sus decisiones en función de sus prioridades en política exterior. Y es muy legítimo. Igual que hacen otros países y eso no significa renunciar a ningún valor, ni a ningún principio. Nadie está diciendo: ayúdeme aquí para que yo le ayude a usted en otro sitio. Jamás he visto ninguna posición en ese sentido. Marruecos es un país muy importante en el Mediterráneo y, de los países del Magreb, es uno de los que ha hecho un desarrollo más avanzado, en el ámbito democrático y en los derechos humanos.
—La imagen que da el Gobierno es que se ha volcado más hacia las tesis marroquíes que hacia el lado saharaui…
—Y si nos hubiéramos volcado hacia el lado saharaui, ¿sería mejor? Yo no habló de impresiones. Hablo de política exterior y el Gobierno defiende ahora lo mismo que ha defendido siempre.
—Cuando el Gobierno pactó con Marruecos que fueran a El Aaiún dos periodistas españoles se dijo que se trataba de un primer paso. Sin embargo, luego se ha impedido entrar a periodistas, incluso cuando iban de vacaciones a Marruecos…
—El Gobierno ha estado siempre tratando de ayudar a superar esa situación porque consideramos que los periodistas españoles deberían poder hacer su trabajo en cualquier país y con toda normalidad. Ya han comenzado a poder entrar periodistas que van de turismo.
—Tras dos aplazamientos, ¿hay que olvidarse ya de una nueva cumbre de la Unión por el Mediterráneo?
—No, el futuro de Europa pasa por fortalecer el partenariado con los países del Mediterráneo. Pero está el conflicto entre israelíes y palestinos, que afecta al conjunto de la región, y hay que buscar la manera de evitarlo.
—¿España apoya que la UE reconozca un Estado palestino?
—El objetivo acordado es que se pueda hacer en 2011. Trabajamos en el fortalecimiento institucional para que Palestina esté en condiciones de tener su propio Estado. Si no conseguimos que sea el conjunto de la UE, al menos que un buen número de países podamos hacer ese reconocimiento.
—¿Debe la Unión revisar su relación con Israel si siguen los asentamientos?
—La UE ha lamentado que no se haya ampliado la moratoria, porque lo que queremos es que se reanuden las negociaciones, pero no creemos que sea el momento de adoptar sanciones contra Israel.
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