«Trece contagiados a la vez» Una enfermedad evitable y nada inocente
Treinta y cinco niños de Granada serán inmunizados a la fuerza contra el sarampión para atajar un brote que ya afecta a 46 personas. Es la primera vez que se toma en España una decisión de estas características
Los brotes aparecen cuando hay bolsas de población sin vacunar. Ese es el motivo por el que no se erradica.
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Granada emitió ayer un auto para obligar a vacunar contra el sarampión a 35 menores del barrio del Albaicín de Granada, donde emergió un brote de este virus en la penúltima semana del pasado mes de octubre. En la actualidad hay 46 personas contagiadas y tres hospitalizados, dos adultos y un menor de edad, aunque ninguno reviste gravedad, según informó la delegación provincial de Salud.
Nunca antes las autoridades sanitarias se habían visto en la necesidad de solicitar una autorización judicial para obligar a vacunar a menores cuyos tutores se han negado, desde el principio del brote epidémico, a inocular a sus hijos por convicciones morales, pese a la insistencia de los técnicos sanitarios. Hace un año la delegación provincial de Salud sí recurrió a solicitar una autorización judicial en Granada por un problema sanitario pero no estaba vinculado con vacunaciones.
La delegada provincial de Salud, Elvira Ramón, comentó ayer que tras mantener los primeros contactos con estas familias «antivacunas» la respuesta ha sido «bastante positiva», aunque no aclaró en ningún momento si alguna de ellas había dado ya su visto bueno para vacunar a sus hijos. Salud se ha marcado de plazo hasta el próximo martes para contactar con los tutores de estos escolares de forma «discreta y confidencial», y ofrecerles todos los medios posibles para proceder a la vacunación de los menores en sus domicilios, colegio o centros de salud. A partir del martes y en función de los resultados obtenidos, «valoraremos las siguientes acciones a adoptar», apostilló.
Desobedecer a la autoridad
¿Pero qué ocurre si estas familias persisten en su negativa de no vacunar a los menores? «Podrían incurrir en un acto de desobediencia a la autoridad judicial», explica el juez decano de Granada, Francisco Sánchez Gálvez. De esta manera, el desacato a la orden judicial se convertiría en delito y el juez de lo contencioso se vería obligado a «informar a la Fiscalía». De todas formas, las 35 familias afectadas por esta decisión judicial disponen de la posibilidad de recurrir el auto emitido ayer. De momento, ninguna ha ejercido este derecho.
Salud ha mantenido en todo momento que actuará de forma discreta y sin recurrir a medidas de presión contundentes, aunque el auto le permite apoyarse en el «auxilio» de las fuerzas de orden público, tal y como ha podido saber este periódico. El plazo para evaluar los resultados será hasta el martes, pero ello no conlleva que las menores deban esperar hasta entonces para inocularse contra el sarampión.
Primeros casos en octubre
Los pediatras del centro de salud del Albaicín detectaron el primer caso de sarampión el pasado 13 de octubre. Se trataba de un menor escolarizado en el colegio Gómez Moreno de esta histórica barriada de la capital granadina. El alumno no había sido vacunado de pequeño. Sus padres así lo decidieron por principios éticos. El brote se empezó a extender a otros alumnos no vacunados de este centro educativo y en apenas dos semanas había ya una veintena de casos registrados.
Los esfuerzos de las autoridades sanitarias para convencer a esta familias de la necesidad de proceder a la vacunación resultaron poco existosos. El brote traspasó las fronteras de esta barriada y se extendió por el resto de los distritos de la ciudad. En estos momentos ha llegado a los pueblos del cinturón metropolitano.
GRANADA
En 2009 hubo tres brotes. El mayor fue en Andalucía (22 casos), los otros dos en Cataluña.
En muchos países de Europa occidental las coberturas de vacunación están por debajo del 95% recomendado.
Las complicaciones son infrecuentes, pero pueden ser graves y en circunstancias especiales incluso mortales
Causada por un virus, es una de las infecciones más contagiosa que puede producir brotes con facilidad
Las más graves son pulmonares, cardiacas y neurológicas. Las pueden sufrir niños y también adultos
España puso en marcha en el año 2000 un proyecto para erradicar la enfermedad en diez años
Pese a la vacunación, en 2009 se registraron 42 casos de sarampión: 32 fueron autóctonos y 7 importados
«Me pregunto si quienes están en contra de la vacunación se trasladaran a vivir a África mantendrían la misma posición». Las palabras son de Javier Martínez, el único de los tres componentes de su familia que no ha contraído esta enfermedad. Mujer y bebé se contagiaron en la sala de espera del hospital Materno Infantil de Granada, uno de los días en que un menor con sarampión acudió allí. El director del colegio Gómez Moreno, donde surgió este brote, comenta que han llegado a tener a trece niños contagiados a la vez, «pero ahora solo hay uno y ni siquiera tenemos la confirmación de que su problema de salud sea por culpa del sarampión».
JOSEP MARÉS
Asoc. Española de Pediatría
La decisión del juzgado de Granada es la primera vez que antepone el derecho colectivo de salud pública al derecho individual a no vacunarse. Ni siquiera ante el temor de una pandemia, ninguna autoridad sanitaria se ha atrevido a ordenar la vacunación a los grupos más sensibles. Ni al personal sanitario ni a las fuerzas de seguridad.
La decisión judicial desde el punto de vista científico ha sido aplaudida por la Sociedad Española de Pediatría. Josep Marés, vocal de vacunas de la sociedad científica, afirma que la vacunación «es la única vía posible para cortar el brote. Si se puede obligar o no a los padres a vacunar a sus hijos, esa es una decisión que se me escapa».
La primera dosis de la vacuna del sarampión se pone a los bebés a partir de los 15 meses. Ante el brote, como medida preventiva, se adelantará el primer pinchazo de la vacuna entre los 6 y los 11 meses a los pequeños que están en el foco de transmisión de la enfermedad. «Vacunar a los niños a esas edades no supone ningún riesgo. No hay problemas de seguridad, el único trastorno es que esos niños deberán volver a vacunarse para que la inmunidad se mantenga a largo plazo».
Los pediatras recuerdan que el sarampión puede ser una enfermedad peligrosa y que la vacuna es la única forma de prevenirla.
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