La capilla ardiente de Néstor Kirchner se instalará en la Casa Rosada

El protocolo marca que ex presidentes y mandatarios sean velados en el "Salón Azul" del Palacio del Congreso, que ahora está en obras, por lo que el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, enemistado con el Gobierno desde mediados de 2008, ofreció el "Salón de los Pasos Perdidos" , de rango menor. El Gobierno no ha hecho ningún comentario a la oferta de Cobos, a quien sólo deja de ignorar cuando el vicepresidente toma alguna medida en sintonía con la oposición, como ocurrió hace diez días al dar el voto decisivo a una ley que suponía un fuerte aumento del salario de los jubilados y que fue vetada por Fernández.

Aunque el protocolo marca que hay que "despedir" a Kirchner en la sede del Parlamento, "resulta más adecuado" y "positivo" que se haya elegido a la Casa Rosada , opinó hoy el historiador Mario O'Donnell. Kirchner, quien desde el año pasado ocupaba un escaño de diputado, "era un hombre del Ejecutivo, es más adecuado recordarlo como tal", apuntó ante las consultas. O'Donnell sostuvo que Kirchner "ocupará un buen lugar en la historia" más allá de sus aciertos u errores, porque "dejó una impronta" como otros mandatarios, entre ellos Domingo Sarmiento o Juan Perón.

La Casa Rosada, que se levanta sobre los cimientos del antiguo fuerte de Buenos Aires, frente a la histórica Plaza de Mayo, ha sido escenario del velatorio de tres ex mandatarios, todos fallecidos a lo largo de 1906, cuando el Palacio del Congreso acababa de ser inaugurado y estaba incompleto. Hasta su inauguración, la sede del Poder Legislativo argentino ocupaba desde 1862 un modesto edificio de la calle Balcarce, a 200 metros de la sede del Ejecutivo.

Aunque le faltaban los esacaños, entre otros detalles en recintos de sesiones y salones, la sede del Parlamento fue inaugurada el 12 de mayo de 1906 por José Figueroa Alcorta, que en su carácter de vicepresidente había sucedido a Manuel Quintana, fallecido el 12 de marzo de ese año y el primero en ser velado en la Casa Rosada. Figueroa Alcorta (1906-1910) cedió además la Casa Rosada para los velatorios de los ex mandatarios Bartolomé Mitre y Carlos Pellegrini, fallecidos el 19 de enero y el 17 de julio de 1906, respectivamente.