Madonna reescribe la historia

El argumento: un bonito cuento de hadas. Los personajes: un rey, que abdica para estar con su moderna e incomprendida amante mientras su hermano, quien finalmente se queda con el reino, y su esposa son los temibles conspiradores que atentan contra su amor. La directora: ... Madonna.La segunda película de la cantante, «W.E.», actualmente en rodaje, está levantando ampollas en Inglaterra. La acusan de distorsionar la historia, ya que los tortolitos en cuestión son nada menos que el Príncipe Eduardo VIII de Inglaterra y Wallis Simpson, la divorciada estadounidense por la que el monarca renunció al trono británico en 1936. Los villanos: la Reina Madre y su esposo, Alberto, padres de lsabel II.El retrato está tan alejado de la realidad, que es casi irreconocible. El filme podrá funcionar como entretenimiento, pero no como historia», sostuvo una fuente cercana a la película al «Daily Mail».El amigo Al FayedMadonna dejaría especialmente mal parada a La Reina Madre, histórica rival de Wallis Simpson (a quien ésta apodaba «Doña galleta», por lo golosa y maciza), de quien se rumoreó que había estado enamorada del Príncipe heredero, Eduardo.La diva del pop ya ha tenido varios problemas al llevar al cine su particular visión de la historia de amor entre la «socialité» americana y el rey inglés, cuya relación se convirtió para Madonna en una especie de obsesión. Actores relacionados al proyecto, como Ewan McGregor y Vera Farmiga, se bajaron de él antes de empezar a filmar. Es sabido también la negativa de Buckingham a ceder el Castillo de Windsor para la filmación.Otro tema de controversia es el gentil retrato que la diva haría de Mohamed Al Fayed, quien incite en que La Princesa Diana y su hijo Dodi fueron asesinados por la Corona inglesa. Existen rumores de que el ex dueño de Harrods estaría involucrado en el proyecto. Pero lo que a simple vista desentona en el cuento de hadas de Madonna, y que factiblemente causará gran revuelo, es la vínculación del Príncipe Eduardo y Wallis Simpson con el nazismo.